Grand Theft Auto V

GÉNEROS JUEGOS

La última entrega de la franquicia que inventó el género de mundo abierto ya está aquí. Su desarrollador se marcó unos objetivos muy ambiciosos, para los que ha necesitado más tiempo de lo previsto, aunque el resultado es espectacular: esta superproducción de 250 millones de dólares supera con creces a sus anteriores obras y marca un nuevo listón de calidad para la industria.

Como es habitual, el juego relata la historia de un grupo de criminales, en este caso ladrones de bancos, que buscan mejorar su situación. A lo largo de un extenso mapa con zonas metropolitanas y rurales, tendrán que realizar diversos encargos como robos o asesinatos hasta ejecutar el gran golpe con el que se retiren. La principal novedad es que ahora se puede cambiar en casi todo momento entre los tres protagonistas, que tienen personalidades y habilidades distintas, ya sea por necesidades de la situación (como que uno sea el conductor y otro el atracador) o simplemente por influir en sus vidas.

El guion es el punto fuerte por el estudio psicológico que hace del trío protagonista, cuya tirante relación es el motor y la fuente de interés de la historia. Pero la disección no acaba ahí: tanto el elenco de secundarios como las localizaciones del juego y todos los detalles que las pueblan forman parte de una gran sátira de los Estados Unidos en la actualidad y de Los Ángeles en particular, con su mezcla de fama y decadencia.

No es la trama más elaborada, pero sí una de las más maduras y mejor contadas del desarrollador y del propio medio.

Las misiones, tanto principales como secundarias, se pueden realizar a pie o en vehículos por tierra, mar y aire, ya sean robados o adquiridos legalmente. Si bien la mayoría se resuelven empleando la violencia, aplicada a golpes o con armas de todo tipo, en ocasiones se puede optar por soluciones más elaboradas y discretas que reportan mejores clasificaciones. Sorprende la inclusión de gestos altruistas opcionales con otros ciudadanos porque no redimen a los protagonistas ni alteran su destino. En cualquier caso, pese a que no se pueda defender su causa, hay personajes más despreciables que sirven de antagonistas y establecen unos ciertos límites morales.

En todo momento se aplican unas normas: se puede delinquir siempre que las fuerzas de la ley no se percaten o no sean convocadas por la ciudadanía. Si salta la alarma, el despliegue de fuerza contra el jugador será proporcional a su infracción e irá aumentando si persisten los excesos hasta convertirse en una caza a la que será difícil sobrevivir. Se contemplan tres desenlaces: si bien es posible evadir a la ley escondiéndose o cambiando de aspecto y vehículo, lo más probable será acabar detenido (con lo que se requisará la munición) u hospitalizado (con el consecuente gasto médico).

La gracia reside en la enorme libertad de acción. Pese a que son las misiones las que hacen avanzar el relato y podemos resolverlas como queramos, el mundo del juego proporciona muchas más distracciones que alargan su vida. Éstas incluyen carreras por cualquier tipo de terreno, deportes de riesgo, partidas de tenis, golf o dardos, o la posibilidad de adquirir bienes y propiedades, jugar en bolsa o quedar con otros personajes. Cada actividad emula un género distinto de videojuego, en mayor o menor detalle, y en conjunto son un impresionante marco en el que divertirse. Casi no haría falta adquirir otro videojuego dedicado específicamente a una de estas actividades.

Hasta aquí la fórmula tradicional, porque la mayor innovación de esta entrega es su componente de juego en línea, el llamado Grand Theft Auto online. En este modo se pueden realizar prácticamente las mismas actividades que en la campaña individual, solo que llevando a un personaje creado desde cero y conviviendo bajo el mismo mapa con otros 15 jugadores. Aumenta la diversión por la imprevisibilidad de las situaciones y la inteligencia humana, aunque hay opciones para todos los gustos: se puede cooperar y competir en diversas pruebas con armas o vehículos, se puede vagar libremente o se puede habilitar un modo pasivo para evitar las muertes. Lo mejor sin duda es jugar con amigos porque es como mejor se sobrellevan las hostilidades y se explotan todas las posibilidades, desde moverse todos en un mismo vehículo hasta ir por separado.

Si bien los comienzos del modo online han dejado que desear en cuanto a la estabilidad de las conexiones, el juego toca techo tanto artística como técnicamente. Cierra el ciclo de la actual generación de consolas demostrando que algo tan ambicioso puede moverse con fluidez y al mismo tiempo cuidar los detalles hasta un punto enfermizo. Y lo mismo se aplica al sonido: tanto sus efectos como sus voces y su extensa banda sonora confirman los grandes talentos y valores de producción reunidos. Tan solo se le podría achacar un control demasiado suave de los automóviles al que cuesta adaptarse.

Se puede decir con rotundidad que es uno de los juegos del año, el mejor título de mundo abierto hasta la fecha y una fuente de diversión casi inagotable para su precio. No obstante, por su contenido y la crudeza de algunas situaciones, se reserva únicamente a mayores de edad que puedan valorarlo con capacidad crítica. Especialmente aquellos que tengan un buen nivel de inglés, porque muchas voces y rótulos no están subtitulados, y conozcan el estilo de vida de la costa oeste americana.

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