San Martino di Coastrozza, localidad montañosa al norte de Italia, es el lugar por excelencia que la alta sociedad vienesa de principios del siglo XX elige para sus vacaciones estivales. Else, de diecinueve años y con toda la belleza de su juventud, se encuentra veraneando allí junto a su tía y su primo. El ambiente de despreocupación entre las personas de su entorno social va bien para su carácter caprichoso. Hasta que, inesperadamente, recibe una carta de su madre, en la que le cuenta que su padre ha sido acusado de corrupción y malversación en la Bolsa. La deuda con la que puede evitar la cárcel asciende a treinta mil florines y deberá saldarse en pocos días.
La misiva lleva una petición humillante: Else deberá pedirle el dinero al señor Dorsday, un conocido de su padre alojado en el mismo hotel que ella. El hombre, mayor y libidinoso, le exige que se desnude ante él a cambio del préstamo. Else, entonces, se debatirá entre el honor y el deber a la familia, entrando en una espiral de razonamientos abocados a una elección dramática.
Arthur Schnitzler (Viena, 1862-1931), neurólogo de profesión, muy amigo de Freud y judío como él, fue además escritor de cuentos, novelas y obras de teatro. Su interés por la psicología, el erotismo y la muerte son recurrentes en sus obras, siendo un ejemplo de ello La señorita Else, en la que hace uso de un estilo narrativo muy elegante. La evolución psicológica de la protagonista se apoya en la ensoñación, una imaginación enaltecida que busca evadirse de la realidad y una solución irreversible como única salida digna.
En pocas páginas, apoyado en el dramatismo que otorga al personaje de la joven, el autor hace una crítica mordaz a una sociedad corrupta, con una moral en crisis y que desembocaría en los tristes acontecimientos acaecidos en la primera mitad del siglo XX.