Península. Barcelona (2002). 403 págs. 20 €.
Francisco Giner de los Ríos (1839-1915) es un personaje clave del pasado reciente español por su influencia sobre los ideales ilustrados liberales, en el sentido francés (radical-laico), que sirvieron a la minoría intelectual republicana y, más tarde, a la izquierda revisionista. Su figura, con curiosos énfasis proféticos-laicos, está ligada al origen y primer desarrollo de la Institución Libre de Enseñanza.
José María Marco es profesor de la Universidad de Comillas (Madrid) y autor de varios libros sobre el liberalismo español. Su conocimiento directo de la materia le permite superar muchos tópicos frecuentes en la literatura recibida. En lugar de guiarse por los juicios universales y las intuiciones ocurrentes de Giner, los contrasta con una prosaica realidad que no se dejaba cambiar por cualquiera ni de cualquier modo. Consigue así abundantes toques de humor. De esta forma, redimensiona virtudes y defectos del personaje. Giner participaba de una mentalidad frecuente entre los intelectuales de la época, que querían redimir España recetando lo que habían creído ver en viajes apresurados e ingenuos por Europa.
En la singularidad de Giner de los Ríos se mezclan elementos estrafalarios, como la rendida devoción por el krausismo heredada de Sanz del Río; tics de esnobismo higiénico y estético («siempre más radicales y con la camisa más limpia»); prejuicios laicistas muy poco comprensivos frente a otros esfuerzos; la amplitud de unos proyectos educativos que merecen atención, y una gran habilidad para manejarse en los ambientes gubernamentales liberales y lograr apoyos.
Como fondo del libro, aparece el siglo XIX español, tan reducido en sus dimensiones, tan cercano en sus inquietudes, tan lejano en sus planteamientos. Y, porque obliga a mirar desde perspectivas desacostumbradas, útil para profundizar en las cosas humanas, sociales y políticas.
Juan Luis Lorda