El 13 de julio de 2015, la periodista Kathryn Schulz (Ohio, 1974) publicó en The New Yorker un reportaje ambiental dedicado, en principio, al terremoto que tuvo lugar en Japón en 2011 y que afectó a la central atómica de Fukushima. Pero el reportaje contaba muchas más cosas. En concreto, que al norte de la falla geológica de San Andrés, en Estados Unidos, conocida y muy estudiada por los sismólogos, se encuentra una falla muchísimo más peligrosa y en este caso desconocida. Está en la zona de subducción de Cascadia, una franja que discurre a lo largo de 1.100 kilómetros paralela a la costa y que recorre los estados de California, Washington y Oregon. Para los estudiosos, esta falla es capaz de provocar terremotos más devastadores que los que se han dado en Japón y en San Andrés.
Según los científicos, como recoge la autora, esto puede pasar cada 250 años, y no sé sabe cuándo se repetirá. Con los datos que se aportan en el reportaje, el terremoto, de darse ahora, destruiría las ciudades de Portland, Olimpia y Seattle, y afectaría dramáticamente a más de siete millones de personas. Curiosamente, nadie había oído hablar de esta amenaza. El reportaje, que consiguió en 2016 el premio Pulitzer, provocó un tsunami de pánico y miedo en todas estas localidades, y desató de inmediato un debate social sin precedentes.
Tal fue la histeria creada que la autora tuvo que publicar unos días después, el 28 de julio, un segundo reportaje, que se reproduce en esta edición, que tituló Cómo ponerse a salvo cuando llegue el gran terremoto, donde aportó sugerencias y consejos muy prácticos.
Este breve libro es un buen ejemplo de la eficacia de los reportajes científicos divulgativos. Tras su lectura, miles de norteamericanos tomaron conciencia del riesgo en el que viven –la propia autora pasa también allí largas temporadas y no sabía nada de este peligro–, y hasta las autoridades han comenzado a tomar medidas y a acometer planes que puedan paliar la magnitud del desastre, si se cumplen las devastadoras expectativas. Además, los dos textos de Schulz advierten de una realidad que muchas veces ni se tiene en cuenta ni se quiere abordar, como es la inevitabilidad de los desastres naturales.