En el contexto de una revolución tecnológica como la que vivimos, los más jóvenes son los que mejor se adaptan a los nuevos instrumentos, hasta el punto de que es posible que aumenta la diferencia cultural con sus progenitores. De hecho, muchos padres se preguntan cómo educar a sus hijos en el uso de Internet o de los videojuegos. Este libro intenta responder a las preguntas de muchos de ellos, así como orientar a los padres en su papel de educadores.
El libro parte de un principio básico: el hecho de disponer de nuevas herramientas, cada vez mejores, es de por sí bueno. El problema es cómo utilizarlas pedagógicamente. Para ello, lo que hay que hacer es conocerlas técnicamente y estas páginas pueden servir de introducción. Sobre todo, se hace referencia a Internet, a los chats, los videojuegos y el teléfono móvil. Ahora bien, en la introducción se advierte que no hay recetas universales. Se ofrecen pautas, pero después son los padres quienes deben, creativamente, encontrar soluciones a los casos concretos.