De Tony Judt (1928-2010) se recogen en este libro 28 artículos publicados en diversas revistas entre 1995 y 2010, más algún inédito. Las circunstancias de la publicación las explica su viuda, Jennifer Homans, en la introducción.
Son cinco partes. La primera, sobre nuestra época. La segunda, el Holocausto y los judíos. La tercera, el 11-S y el nuevo orden mundial. La cuarta, cómo vivimos ahora, en la que llama la atención su encendido elogio del ferrocarril. La quinta, a la larga todos estamos muertos; tres necrológicas sobre François Furet, el historiador que revolucionó los estudios sobre la Revolución Francesa; Amos Elon, periodista, desengañado con la política del Estado de Israel, y Leszek Kolakowski, gran filósofo polaco del siglo XX.
Judt fue historiador muy atento al presente y dotado de un estilo claro e incisivo. Siendo judío, criticó duramente, como se ve en este libro, la política del Estado de Israel: “A menos que algo cambie, escribía en 2003, dentro de una década Israel no será ni judío ni democrático”. O bien: “Un Estado binacional en Oriente Próximo requeriría de la aparición, tanto entre judíos como entre árabes, de una nueva clase política”.
Judt, a pesar de algunas exageraciones, perteneció a ese tipo de pensadores lúcidos que saben, en el presente, leer la historia y presentar algunas líneas posibles del futuro. Algo en la línea de Tocqueville. De hecho, al escribir sobre Furet, cita estas palabras del historiador francés sobre Tocqueville: “Su logro no radica en una doctrina concreta sino en una forma penetrante y a veces ambivalente en que abordó las cuestiones de la igualdad, la democracia y la tiranía, que surgieron en su tiempo y que aún no han sido resueltas en el nuestro”.

No todos los artículos tienen el mismo interés, pero algunos son imprescindibles para conocer nuestra época.