Carta al Duque de Norfolk

John Henry Newman

GÉNERO

Rialp. Madrid (1996). 142 págs. 1.300 ptas.

En 1874, el ex primer ministro liberal inglés William Gladstone publicaba un comentario contra los decretos del concilio Vaticano de 1870, especialmente contra el dogma de la infalibilidad del Papa. Para Gladstone tal declaración era una intromisión en política de la Iglesia católica, y de ella se deducía que un buen católico no podría ser leal a la nación. El anciano John Henry Newman (18011890) le replicó aquel mismo año en una extensa carta dirigida al duque de Norfolk, que ahora aparece traducida por vez primera al castellano.

El futuro cardenal -al hilo de la polémica con Gladstone sobre la autoridad del Papa-, elabora un tratado sobre la conciencia moral y la libertad de las conciencias, que puede iluminar también debates éticos actuales. El texto ha sido considerado precedente de la declaración Dignitatis humanae, promulgada noventa años más tarde por el Concilio Vaticano II.

Entre otros temas, Newman defiende la unicidad entre la Iglesia de los Padres y la católica, resuelve el problema de las lealtades encontradas de los ingleses a su nación y al Papa, destaca las razones que movieron a Pío IX a publicar la encíclica Quanta Cura (1864), e interpreta el contexto en que se envió el Syllabus (compendio) de errores a los obispos católicos.

Junto al debate intelectual, la carta permite conocer el momento histórico que vivían los católicos ingleses en la segunda mitad del siglo pasado. Al final de este clásico de la apologética, se añade como apéndice el capítulo V del «Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana». En él, dos días antes de ser recibido en la Iglesia católica, Newman expuso con más detalle su argumentación sobre la unicidad entre la doctrina de la Iglesia antigua y la doctrina católica.

José María Garrido

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