Acaba de terminar la Guerra Civil, y hay que preparar un gran banquete para la llegada del Caudillo. El lugar elegido es el lujoso hotel Palace, que, por cosas del directo en esos momentos, es un hospital de campaña. Además hay otro problema: los camareros que podrían atender el servicio están todos en la cárcel por ser de izquierdas. Aún así, Franco lo merece todo…
Con este punto de partida ya se puede adivinar el grado de sofisticación que propone esta comedia, que pretende ir a toda velocidad para intentar maquillar dos horas de bochorno. A estas alturas, el director Manuel Gómez Pereira y su guionista habitual, Joaquín Oristrell, no van a sorprender a nadie. Juntos han realizado y escrito películas de un aroma tan inconfundible como El amor perjudica seriamente la salud, Boca a boca, Todos los hombres sois iguales… Todas, en los años 90, nacieron ya ancianas, herederas del humor del cine de Esteso y Ozores, pero con bastante menos ingenio todavía.
La cena promete una especie de Malditos bastardos con Franco como sustituto del Führer, y un plantel extraordinario de actores como Mario Casas, Alberto San Juan o Asier Etxeandía, que no pueden evitar la cara de ¿pero realmente este diálogo tiene algo de gracia? La película transita en ese tedio que provoca el cine saturado de gritos y tópicos. Una buena ocasión para recordar que el cine español, hace no tantos años, era esto…Disfrutemos de este estreno a modo de respetuosas exequias.
