A finales de los 80, la dirección de la revista Vogue en Estados Unidos trajo de Inglaterra a Anna Wintour. Con su expresión hierática, peinado perfecto y gafas de sol, lo cambió todo, rompiendo moldes y tendencias. A lo largo de la década, la alta costura pasó a ser la costura de todos. Aparecieron modelos esqueléticos, el feísmo, jóvenes diseñadores se atrevieron a romper moldes y triunfaron. La costura se integró en el mundo cultural a través de famosos, escándalos y pasarelas provocativas.
La época y sus cambios son apasionantes, con sus innovaciones en música y tendencias. Drogas, hip hop, grunge, un cierto libertinaje, revolución sexual, racismo y muchas barreras sociales que se derrumbaban. La serie atribuye gran parte de este terremoto a la revista. Parte de razón tiene: el impacto de los medios, y más de una revista de sólida reputación en su sector, fue decisivo en algún momento. En otros, se limitó a ser testigo y seguir la corriente. La moda se integró con la cultura pop y con Hollywood.
Participan en esta serie Anna Wintour, Hamish Bowles, Edward Enninful y Tonne Goodman, editores de la revista. Junto a ellos aparecen decenas de artistas, diseñadores y modelos: John Galliano, Stella McCartney, Sarah Jessica Parker, Kate Moss… Los capítulos 1 y 4 sobre la llegada de Anna Wintour, y el dedicado a la gala del Met son sensacionales. El resto aporta algo de luz, pero se queda más en la superficie.