En un pintoresco pueblo ficticio, la desaparición de Wanda Klatt, de 17 años, trastorna la vida de sus padres, Dedo y Carlotta, y de su hermano Ole. Si bien inicialmente confían en la investigación policial, su aparente estancamiento los impulsa a tomar la iniciativa y buscar respuestas por sí mismos.
Fusionando el género policiaco con una comedia de humor frecuentemente disparatado, esta primera producción alemana para Apple TV+ tiene bastante cercanía con la exitosa ficción americana de Disney Solo asesinatos en el edificio. Desde su enigmático paradero, Wanda guía la narración como una voz omnisciente. Paralelamente, la serie desarrolla una cierta crítica social al exponer las intimidades del vecindario y el sensacionalismo mediático.
Buscando a Wanda deconstruye ingeniosamente el género del thriller detectivesco, con una narrativa que oscila entre el humor y el suspense, realzada por la selección de la banda sonora. La estética visual destaca por su uso creativo de planos y colores, donde resaltan la capa roja de Wanda –un guiño al cuento clásico– y la predominancia de tonalidades amarillas.
Más allá de alguna concesión ideológica, la serie subraya el poder de los vínculos familiares a través de la incansable búsqueda de los Klatt por recuperar a su hija.