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Ordenados en Hanoi 57 sacerdotes

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La ordenación sacerdotal de 57 seminaristas durante una ceremonia celebrada en los exteriores de la catedral de Hanoi se ha interpretado como una señal de que la libertad de los católicos en Vietnam -uno de los pocos países que aún se autodefine comunista- está experimentando una lenta mejoría.

La ceremonia tuvo lugar el pasado 29 de noviembre con asistencia de miles de fieles y fue oficiada por el cardenal Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Fue relevante que se tratara de un acto público, pero la importancia de la ordenación está sobre todo en que manifiesta el incremento de vocaciones que se está registrando en el país. Además, todos los nuevos sacerdotes procedían de diócesis del antiguo Vietnam del Norte, la zona donde la escasez de clero es mayor.

Aunque los reglamentos emanados por el gobierno en 2004 no contemplan una auténtica libertad religiosa, pues siguen la lógica de la «concesión gubernamental», sí que han facilitado los trámites para la ordenación sacerdotal. En concreto, ya no es necesario el permiso previo del gobierno para ser sacerdote. Aunque sigue vigente el «numerus clausus», en los últimos años ha crecido el número de alumnos que las autoridades dejan entrar en los seis seminarios autorizados. En el curso 2004-2005 el total de seminaristas era de 928.

Una delegación del gobierno de Hanoi visitó el Vaticano el pasado junio para «examinar algunos aspectos de la actividad de la Iglesia católica en Vietnam». Los delegados asistieron también a la misa que Benedicto XVI celebró en la basílica vaticana en la festividad de san Pedro y san Pablo. La visita concluyó con el «auspicio de que se avance rápidamente» hacia la normalización de las relaciones entre la Santa Sede y Vietnam. Entre los temas tratados figuraron el nombramiento de obispos (cuya ratificación gubernamental parece ahora más formal que sustancial) y la creación de nuevas diócesis en el país.

En los meses anteriores, los medios de comunicación vietnamitas hablaron por primera vez de la posibilidad de relaciones diplomáticas con la Santa Sede: una novedad que no se pudo producir sin el consentimiento explícito del gobierno. Para los dirigentes de Hanoi, las relaciones con Roma tendrían además el efecto de mejorar la imagen del país ante la comunidad internacional, concretamente de cara al ingreso de Vietnam en la Organización Mundial del Comercio, un objetivo que el régimen lleva persiguiendo sin éxito desde hace una década.

Los católicos vietnamitas ascienden en la actualidad a 5.600.000 personas, el 7% de una población de 80 millones. Durante el reciente sínodo de los obispos, Mons. Pierre Trân Dinh Tu, obispo de Phú Cuong, afirmó que en buena parte se trata de «católicos practicantes»: «Los fieles que van a misa alcanzan casi el 80% los domingos y el 15% los días laborables. En las grandes fiestas, como Navidad y Pascua, esta cifra puede subir al 95%. Si hubiera que buscar una explicación, se la puede encontrar en catequesis y en la educación en el seno de la familia».

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