Mujeres en los bancos y en los despachos de las parroquias

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El creciente número de mujeres que trabajan en “ministerios eclesiales laicos” en parroquias católicas de EE.UU. acentúa la feminización de la Iglesia, que siempre ha atraído más a mujeres que a hombres. Las repercusiones de este fenómeno son analizadas por John L. Allen en su artículo semanal para el National Catholic Reporter (29-06-2007).

El neologismo de “ministerios eclesiales laicales” se refiere al trabajo de profesionales laicos que desarrollan tareas que hasta hace poco eran desempeñadas casi exclusivamente por sacerdotes, como administración parroquial, expedición de documentos, preparación sacramental, atención a enfermos, catequesis, formación en la fe, planificación litúrgica… Hoy día, salvo para la misa y otros sacramentos, el contacto de una persona con la parroquia se realiza a menudo más a través de un laico que de un sacerdote.

Esta proliferación de ministerios eclesiales laicales está feminizando rápidamente la atención pastoral de la Iglesia católica en EE.UU., explica Allen. Según el National Pastoral Life Center, en las parroquias de EE.UU. trabajan 31.000 laicos en puestos de este tipo, más que los 29.000 sacerdotes diocesanos existentes. Y otros 18.000 laicos se están preparando para estos cometidos, número seis veces mayor que el de seminaristas que se preparan para el sacerdocio.

Estos nuevos puestos son ocupados predominantemente por mujeres. Un documento de los obispos norteamericanos, correspondiente a 2005, desglosaba así los puestos ocupados en las parroquias por no sacerdotes: laicas, un 64%; religiosas, 16%; laicos, un 20%.

Como en la Iglesia católica el acceso al sacerdocio se reserva a los hombres, hay quien ve esta feminización de los ministerios eclesiales como un modo de superar la “marginación” de la mujer en la Iglesia. Pero el perfil sociológico de la Iglesia ha sido desde hace tiempo predominantemente femenino, tanto entre quienes gestionan actividades como entre quienes van a la iglesia.

Allen cita a David Murrow, especialista en publicidad y medios de comunicación, quien, como fruto de su experiencia de ir cada semana a la iglesia durante 30 años, asegura: “Es fácil descernir cuál es el target de la Iglesia moderna: la mujer desde la mediana edad a la vejez”. Aunque nadie lo haya buscado, ha ocurrido así de modo inevitable porque estas mujeres tienen dos cosas que la iglesia necesita: tiempo y dinero. Desde esta perspectiva, no es extraño que “la cultura eclesiástica haya evolucionado sutilmente hacia la satisfacción de las necesidades femeninas”, en la predicación, en la música, en los sentimientos expresados en las oraciones.

¿Qué repercusiones puede tener esta composición predominantemente femenina de los ministerios laicales? Algunos lo ven como un modo de abrir camino hacia la ordenación sacerdotal de mujeres. Ante esta evolución, Allen comenta que cabría esperar que los obispos pusieran en práctica una especie de “discriminación positiva” para contratar a más varones laicos. Pero, al mismo tiempo, “tampoco quieren que los jóvenes laicos vean estos ministerios eclesiales como una alternativa al sacerdocio”, lo que acentuaría la falta de vocaciones.

“Por esta razón -concluye Allen-, sospecho que los obispos y los sacerdotes serán cautos a la hora de buscar hombres para los ministerios laicales. Cabe esperar, pues, que estos ministerios no sacramentales seguirán siendo predominantemente femeninos. Y las parroquias tendrán que estar atentas para que el estilo de la vida eclesial no exacerbe la tendencia de los hombres a mantenerse al margen”.

Fuente: http://ncrcafe.org/node/1201

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