·

Leyes antiblasfemia persiguen a los cristianos en países asiáticos

publicado
DURACIÓN LECTURA: 3min.

Informaciones procedentes de Pakistán, la India o Bangladesh vuelven a reflejar enfrentamientos graves promovidos por grupos islamistas, en nombre de un respeto radical a sus creencias que no admite tolerancia alguna.

Mientras en Pakistán se lucha por la derogación de leyes incorporadas a los códigos penales, en otros, como Bangladesh, los conflictos proceden de la protesta islamista que pretende condenar a muerte a los “blogueros ateos” y poner en práctica una ley antiblasfemia.

De hecho, decenas de miles de radicales se manifestaron en la capital. Dacca, hace dos semanas, con la especial violencia que caracteriza esas concentraciones: dos personas murieron y cientos resultaron heridas. La “gran marcha” había sido lanzada por Hefajat el-Islam, movimiento religioso relacionado con Jamaat, el partido de la oposición islamista más importante de Bangladesh.

No es fácil, en ese contexto, mantener el contenido laico de la constitución, recordado por el primer ministro, Sheikh Hasina, en una entrevista a la BBC: “Este país es una democracia laica y cada uno tiene el derecho a practicar su religión libremente”. A la vez, insiste en que “ya existen todas las leyes necesarias para sancionar a los que atentan contra los sentimientos religiosos”.

Entretanto se reiteran acciones contra los cristianos en diversos lugares, como en Badami Bagh, un barrio de Lahore (Pakistán), donde a mediados de marzo se producía un auténtico raid, que reducía a pavesas las casas de una pobre comunidad. Se repetía un triste fenómeno, basado en acusaciones de ultrajes a Mahoma, con una pasividad de las autoridades que parece de hecho connivencia. “El Gobierno y la policía son los responsables de la violencia contra los cristianos”, afirmaba en un enérgico comunicado la Comisión Justicia y Paz de los obispos católicos de Pakistán.

Ante la creciente presión de la opinión pública, los líderes políticos y religiosos se han pronunciado sobre el caso. En una nota enviada a la agencia Fides, Paul Bhatti, Ministro para la Armonía, pide “una investigación transparente” y “la inmediata detención de los culpables”. También condena “un modo de pensar que trata de crear una brecha entre las diferentes comunidades de Pakistán” y “a cuantos se ponen por encima de la ley”. Bhatti pide “un esfuerzo colectivo para promover la armonía y detener la intolerancia creciente”.

Imran Khan, líder del partido Pakistan Tahrik-e-Insaf, ha condenado la violencia: “Si los autores de la masacre de Gojra [incidente similar de hace unos años] hubiesen sido llevados ante la justicia, el ataque de Badami Bagh no habría ocurrido”. En Karachi, miembros del movimiento “Mutahida Quomi” formaron una cadena humana con los cristianos, para protestar contra lo sucedido, exigiendo la dimisión del Gobierno de Punjab.

Estas posturas contribuyen, por fortuna, a la reacción social, que se reflejaba en el Consejo para el Diálogo Interreligioso de Lahore, donde líderes musulmanes consideraron que castigar los abusos y la instrumentalización vinculada a la ley sobre la blasfemia es una necesidad urgente para el Estado de derecho y el respeto de la ley en Pakistán, según informaba la agencia Fides.

Aneeqa Maria Akhtar, una abogada cristiana de The Voice Society, que ha realizado una investigación sobre el caso, comenta en una nota a la agencia Fides (18-04-2013): “Los cristianos viven con miedo y bajo la constante amenaza de muerte. Pueden ser asesinados en cualquier momento. La policía, en vez de hacer cumplir la ley, acepta sobornos de los delincuentes: es terrorífico”.

La violencia crece en Pakistán, y la sufren también los musulmanes: puede derrumbar el proceso político democrático que debería consolidarse en las elecciones generales del 11 de mayo. Pero, desde el punto de vista de los cristianos, la clave del futuro implica también que se adopten medidas contra los abusos de la ley sobre la blasfemia, cuya abrogación han pedido con insistencia.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.