Informaciones procedentes de Pakistán, la India o Bangladesh vuelven a reflejar enfrentamientos graves promovidos por grupos islamistas, en nombre de un respeto radical a sus creencias que no admite tolerancia alguna. Mientras en Pakistán se lucha por la derogación de leyes incorporadas a los códigos penales, en otros, como Bangladesh, los conflictos proceden de la protesta islamista que pretende condenar a muerte a los “blogueros ateos” y poner en práctica una ley antiblasfemia. De hecho, decenas de miles de radicales
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