La buena prensa de la Madre Teresa de Calcuta

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El polémico reportaje Ángel del Infierno: Madre Teresa, emitido por la cadena de televisión británica Channel 4, ha levantado numerosas reacciones en defensa de la religiosa albanesa.

Hasta ahora la Madre Teresa y su trabajo humanitario había sido bien tratado por los medios de comunicación. Sin embargo, como dijo el miércoles el columnista del diario The Times, Piers Paul Read, «una de las pruebas de la verdadera santidad es la magnitud de la ira que causa entre quienes la rechazan». La monja pasó el martes 8 de noviembre por esta prueba en la emisora Channel 4.

El reportaje sorprendía por el escaso material de primera mano que ofrecía. Estaba editado a partir de viejas grabaciones procedentes de visitas de la Madre Teresa a varios países, y de un par de testimonios: de una antigua voluntaria en Calcuta y de un periodista hindú. El contenido, lejos de centrarse en el trabajo de los hospicios fundados por esta religiosa, incidía en el análisis político del comportamiento y mensaje de la popular religiosa.

Ha sido el tono y la gravedad de las acusaciones lo que ha decidido a numerosas personas a salir en su defensa. Se la culpaba de fundamentalismo católico, de sembrar la semilla antiabortista y de apoyar al dictador Duvalier de Haití y a Ronald Reagan; de recibir regalos de la Reina de Inglaterrao de adinerados como Robert Maxwell, y de destinar sus ganancias al Vaticano en lugar de construir nuevos asilos.

El ex director del diario The Times ha afirmado que el documental resulta «diabólico» por su empecinamiento contra una mujer que «es buena y santa». La Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales también dijo en un comunicado que el reportaje «carece de base y ataca a una mujer que ha empeñado toda su vida en ayudar a los abandonados de la sociedad».

Dan Hill, colaborador de las Misioneras de la Caridad en Gran Bretaña, ha negado cualquier tipo de fundamento a las acusaciones: «Nunca he visto dinero que entre en las oficinas de Calcuta. La Madre Teresa nunca pide dinero; pide mantas, medicinas, ese tipo de cosas. Es lamentable que se ataque a una mujer de 84 años que ha dado su vida por los pobres. Pero no deberíamos tomar represalias; simplemente tenemos que rezar más». A estas voces se sumó la del cardenal Hume, arzobispo de Westminster, quien calificó el programa de «caricatura grotesca».

Victoria Gillick, conocida por sus campañas a favor de la vida, señaló que no hay que poner en cuestión los motivos que mueven a la Madre Teresa, sino los de Tariq Ali, productor musulmán de la emisión, y los de Michael Grade, director judío de Channel 4.

Otro periodista, Hugh Massingberd, ha tildado el ataque de «error anticlerical», y ha subrayado que las acusaciones del periodista responsable del reportaje, Christopher Hitchens, provienen de sentimientos nada cordiales hacia la Iglesia Católica y hacia la visión del aborto y la contracepción de la Madre Teresa de Calcuta.

En Calcuta, la Madre Teresa no suele ser criticada. «Es mucho más que una misionera blanca que hace el bien», dice Partho Chatterjee, profesor de Ciencias Políticas. «Incluso la gente de izquierdas cree que su esfuerzo merece apoyo, aunque no vaya a cambiar la situación de los pobres».

Por último, una representante de las Misioneras de la Caridad explicó desde su convento en Londres que «la gente maltrató a Jesús, y la Madre Teresa está padeciendo los mismos sufrimientos. Rezaremos por el productor y por todos aquellos que han contribuido al programa para que puedan experimentar el amor divino».

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