Juan Pablo II y Juan XXIII, pronto santos

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El Papa Francisco ha firmado en la mañana del 5 de julio los decretos que reconocen un milagro obtenido por intercesión del beato Juan Pablo II (Karol Wojtyla, 1920-2005) y otro atribuido a la intercesión del venerable Álvaro del Portillo (1914-1994), primer sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei. El mismo día en que hacía pública la encíclica “Lumen Fidei” el Sumo Pontífice ha aprobado también los votos favorables de la sesión ordinaria de los padres cardenales y obispos acerca de la canonización del beato Juan XXIII (1881-1963). La Santa Sede también ha anunciado la firma de otros decretos sobre causas de los santos, como se puede consultar en www.vatican.va.

El milagro de Juan Pablo II se refiere a una mujer de Costa Rica con aneurisma cerebral, y el de Álvaro del Portillo a un bebé chileno dado por muerto

Romereports recuerda en un video que el milagro para la canonización de Juan Pablo II ocurrió en 2011 en Costa Rica. Es la curación científicamente inexplicable de una mujer con aneurisma cerebral. Sus familiares pidieron al Papa polaco que intercediera ante Dios por ella. Antes de reconocer el milagro, una comisión médica ha examinado el caso. Luego, un grupo de sacerdotes y teólogos ha verificado que la familia pidió ayuda a Juan Pablo II. El 1 de mayo de 2011, Benedicto XVI beatificó a Juan Pablo II, tras la curación milagrosa de la monja francesa Marie Simon-Pierre, enferma de Parkinson.Para poder declararlo santo, las reglas de la Iglesia prevén que se demuestre un segundo milagro realizado después de la beatificación. Hoy el Papa Francisco lo ha aprobado. En septiembre tendrá un consistorio con cardenales en el que fijará la fecha de la ceremonia.

El Portavoz del Vaticano, Padre Federico Lombardi ha declarado respecto al Papa que convocó el Concilio Vaticano II que “se ha abierto el camino para canonizar al beato Juan XXIII a pesar de que no se le atribuye ningún nuevo milagro. Era una propuesta de la Congregación para las Causas de los Santos. El Papa ha aceptado dispensarlo de la obligación de presentar un milagro. Como ya se presentó un milagro para la beatificación, se ha simplificado el proceso”.

El Papa ha decidido la canonización del beato Juan XXIII, sin necesidad de un nuevo milagro después de la beatificación

A preguntas de los periodistas, Lombardi ha respondido que “verosímilmente” la ceremonia de canonización tendrá lugar antes de fin de año.

Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, ha declarado que estas noticias son “motivo de honda alegría, y una feliz coincidencia”. “Juan Pablo II –ha dicho el Prelado– se gastó con incansable generosidad en servicio de la humanidad. Nos acercó a Dios con su rico Magisterio: de palabra, por escrito, con imágenes y con tantos gestos cargados de significado. Toda su vida se apoyaba en una unidad íntima con Jesucristo: bastaba ver cómo rezaba para comprender la fecundidad de su ministerio”. Juan Pablo II y Juan XXIII “fueron verdaderamente padres cercanos a todos los fieles, a la Iglesia y concretamente, puedo afirmar, a esta parte de la Iglesia que es la Prelatura del Opus Dei. Pienso que, con ellos, millones de personas se han sentido ‘hijos predilectos’ del Papa”.

Álvaro del Portillo, en camino de la beatificación
El Prelado del Opus Dei ha recordado también a Mons. Álvaro del Portillo, como “un gran apoyo para san Josemaría y un fidelísimo colaborador de Juan Pablo II”. Y ha añadido: “acudo ahora a la intercesión de este siervo bueno y fiel, y le pido que nos ‘contagie’ su lealtad a Dios, a la Iglesia, al Papa, a san Josemaría, a los amigos; que nos consiga su sensibilidad social, que se manifestó en el impulso de numerosas iniciativas en todo el mundo a favor de los más necesitados; que nos obtenga su predilección por la familia y su apasionado amor al sacerdocio, así como su piedad tierna y sencilla, que tenía un marcado acento mariano”.

El milagro de Álvaro del Portillo aprobado por la Santa Sede se refiere a la curación instantánea del niño chileno José Ignacio Ureta Wilson: a los pocos días de nacer, sufrió un paro cardiaco de más de media hora y una hemorragia masiva. Sus padres rezaron con gran fe a través de la intercesión de Mons. Álvaro del Portillo y, cuando los médicos pensaban que el bebé estaba muerto, sin ningún tratamiento adicional y de modo totalmente inesperado, el corazón del recién nacido comenzó a latir de nuevo. A pesar de la gravedad del cuadro clínico, diez años después, José Ignacio desarrolla su vida con normalidad. La curación milagrosa tuvo lugar en agosto de 2003 y está narrada por familiares y médicos en un reciente vídeo.

Mons. Flavio Capucci, postulador de la causa, explicó que, una vez aprobado el milagro, corresponde a la Santa Sede determinar la fecha de la beatificación. Probablemente la ceremonia tendrá lugar en Roma, por ser la ciudad donde falleció el venerable Álvaro del Portillo.

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