Además de viajar por la mayor parte del mundo, Juan Pablo II se impuso la tarea de visitar una por una las parroquias de su diócesis. En sus 23 años de pontificado ha estado ya en 300 parroquias de Roma, y aún le quedan 34. Cada vez que va a hacer una visita -la número 300 fue el domingo, día 16- recibe el jueves al párroco, junto con el cardenal vicario (actualmente el cardenal Ruini) y el obispo auxiliar de la zona, para informarse sobre el barrio, la gente que allí vive y sus problemas. El domingo por la tarde va a la parroquia y se reúne con los fieles, desde los ancianos a los niños.