Israel
Seis marchantes de arte (cinco israelíes y un palestino) han sido inculpados por un tribunal de Jerusalén por haber fabricado objetos que parecían remontarse a la época bíblica. Los falsificadores habían logrado el respaldo de expertos para vender algunos de los objetos a museos e instituciones. Entre los inculpados se encuentra Oded Golan, un rico coleccionista, acusado de haber falsificado una urna funeraria con una inscripción en arameo que dice: «Jacob, hijo de José, hermano de Jesús». El descubrimiento se presentó como una prueba arqueológica de que Jesús tuvo al menos un hermano, contra el testimonio de la Biblia (cfr. Aceprensa 150/02 y 95/03), y tuvo gran eco. Los falsificadores demuestran una gran pericia para recuperar objetos antiguos y maquillarlos con inscripciones de hebreo antiguo.