Alexander Yakovlev, presidente la comisión encargada de rehabilitar a las víctimas de la represión bajo el régimen soviético, ha remitido al presidente Boris Yeltsin un informe sobre la persecución religiosa realizada por el poder comunista desde 1917. El informe es parte de un libro (De tales reliquias, tales óleos) en el que Yakovlev, uno de los diseñadores de la perestroika junto con Gorbachov, hace un análisis detallado de estos crímenes. Cuando las elecciones legislativas están a las puertas -convocadas para el 17 de diciembre-, Yakovlev arremete contra los candidatos comunistas diciendo que el amor hacia la religión del que ahora hacen gala es una farsa.
Con la documentación del partido comunista y de archivos del servicio de seguridad, Yakovlev dibuja 70 años de persecución, asesinatos y explotación de ortodoxos, católicos, musulmanes y judíos. «Tras destruir 40.000 iglesias, la mitad de las mezquitas y más de la mitad de las sinagogas, después de fusilar a miles de seguidores de la iglesia… enamorarse de la iglesia sin arrepentimiento manifiesta lo grave del declive moral», dice el autor.
El informe describe ejecuciones en masa de líderes religiosos y seguidores: «Se crucificaba a sacerdotes en las puertas de las iglesias, se les disparaba, estrangulaba o, si era invierno, se les mojaba con agua para que muriesen congelados».
Bajo el liderazgo de Guennadi Zuganov, el nuevo partido comunista está llevando a cabo una campaña que combina la defensa de la fe rusa ortodoxa y el nacionalismo con duras críticas al gobierno. Zuganov ha calificado a Jesucristo como el primer comunista.
Yakovlev sostiene que la cercanía de las elecciones es pura coincidencia, pero que estaría satisfecho si su estudio mina la popularidad de los comunistas.