El mausoleo de Lenin

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Contrapunto

Lenin se hizo con el poder clausurando, con una compañía de soldados, el Parlamento libremente elegido. Ahora, el asalto del Ejército al Parlamento puede quitarle su resto de poder. Ya se ha retirado la guardia de honor del mausoleo donde reposa su cuerpo. Y se rumorea que los restos del revolucionario no tardarán en desaparecer de la Plaza Roja para ir al cementerio.

A pesar del ateísmo del partido o precisamente por eso, el cuerpo de Lenin ha sido un objeto de veneración, a la altura de las reliquias de santos. El mausoleo de mármol de Lenin ha sido el santo sepulcro del ateísmo.

Entre los más exaltados por la personalidad de Lenin figura el poeta Maiakowski, que escribió «Lenin vivió, Lenin vive, Lenin vivirá». Pero desde el intento de golpe de Estado de agosto de 1991 muchos otros monumentos a su memoria, más discretos que el de la Plaza Roja, han ido cerrando. Las calles que le recordaban han recuperado sus viejos nombres y San Petersburgo ha prevalecido sobre Leningrado. Parece que por fin alguien en Rusia comienza a hacer caso a Carlos Marx, que dijo: «El culto a los grandes hombres es un mito burgués».

José María Garrido

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