Gaza y la guerra por la opinión pública

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¿Quién sabe realmente lo que sucede en Palestina? Al sesgo ideológico que divide las simpatías mundiales debe sumarse, además, la influencia de los recursos que utiliza cada parte para presentar los hechos del modo que le sea más favorable. Videoblogs y redes sociales se ponen a disposición de este objetivo.

(Actualizado el 12-01-2009)

En una guerra que, como ha dicho Benedicto XVI durante la homilía de su primera misa en 2009, se trata de “violencia masiva como respuesta a otra violencia”, el deseo por diferenciar buenos y malos ha cobrado la forma de un tenaz duelo mediático en el que las modalidades más recientes de comunicación se incorporan a la estrategia bélica. Así lo ha reconocido la mayor Avital Leibovich, portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes, admitiendo que “la blogosfera y los nuevos medios son otra zona de guerra”. “Debemos destacarnos allí”, ha dicho.

La importancia del apoyo

En esta nueva ofensiva Israel parece decidido a combatir por todos los medios de la “hasbara” (propaganda) la matriz de opinión adversa que, en 2006, durante sus ataques en Líbano contra Hezbolá, llegó a valerle el descrédito aun de sus propios ciudadanos. Las conclusiones de la comisión Winograd sobre aquella guerra son enfáticas en el asunto del uso de los medios, y han dispuesto a la diplomacia de la ministra Tzipi Livni a desplegar una intensa “campaña de relaciones públicas” para dar a entender al mundo que el bloqueo contra Gaza es consecuencia de la conducta de Hamas.

Mientras algunos analistas afines a Tel Aviv se felicitan por los resultados que ha cosechado esta política, otros parecen preocupados por perder un respaldo internacional sobre el que no se sabe, además, el efecto que podrá tener la asunción de Barack Obama, el próximo 20 de enero, al gobierno de los Estados Unidos.

En YouTube y Twitter

Afanado en demostrar que procura la precisión en los bombardeos, el ejército de Israel ha inaugurado su propio canal de YouTube para la difusión de filmaciones destinadas a aquel propósito. Su consulado en Nueva York ha abierto además la primera cuenta Twitter oficial del gobierno israelí, a través de la cual promovió recientemente una “conferencia de prensa ciudadana” que permitía a los usuarios dirigir preguntas a un representante diplomático de ese país.

Parece, sin embargo, que algunos de los vídeos colgados en YouTube han sido eliminados por la administración del portal. Una nota en la web del canal pro-israelí de YouTube reza: “Lamentamos que YouTube haya dado de baja a algunas de las exclusivas filmaciones que mostraban el éxito de las Fuerzas de Defensa Israelíes en la Operación Plomo Fundido contra los extremistas de Hamas en la Franja de Gaza (…). También es de notar que uno de los vídeos retirados tenía el más alto número de visitas (más de 10.000) en el momento en que lo retiraron”.

En cambio, la embajada israelí en España ha reprochado a los medios de comunicación la difusión de “duras imágenes de víctimas inocentes en Gaza, entre ellas, mujeres y niños”. Calificando de tragedia la muerte de civiles inocentes, el comunicado de la embajada advierte sin embargo que “las imágenes que provocan fuertes emociones no deben hacernos olvidar la voz de la razón: la responsabilidad por las consecuencias de la actual operación recae únicamente sobre el movimiento islamista Hamas por atacar a población civil israelí y por escudarse entre la población civil de Gaza; ambas acciones consideradas crímenes de guerra por el Derecho Internacional”.

Mónica G. Prieto, que fue corresponsal de El Mundo para Israel y los territorios palestinos entre 2005 y 2007 -de modo que vivió en Gaza la victoria electoral de Hamas, las consecuencias del bloqueo y la situación tras la guerra civil palestina-, afirma que “ver la cobertura de los acontecimientos en Gaza en los canales de televisión árabes y en los occidentales es como asomarse a dos mundos diferentes”.

En un análisis especial publicado el 30 de diciembre por el diario español, la reportera hace una lista de tópicos que, según dice, han asumido los medios europeos y estadounidenses bajo la influencia de la corriente de opinión promovida por el gobierno Bush, e “ignorando la situación global en la Franja y muchos de los recientes acontecimientos políticos imprescindibles para comprender qué está ocurriendo”.


Las medias verdades sobre Gaza

En un artículo publicado por International Herald Tribune (9-01-2009), Rashid Khalidi, profesor de Estudios Árabes en Columbia, hace una serie de precisiones sobre los aspectos falseados del conflicto de Gaza.

A semejanza del texto publicado en El Mundo por Mónica Prieto, Khalidi estructura su artículo en forma de temario del error, insistiendo en las precisiones que es necesario hacer sobre cada uno de los aspectos falseados de este conflicto.

  • La mayoría de la población gazatí, dice Khalidi, no ha elegido vivir en la Franja. Procedentes de pueblos y ciudades como Ascalón y Beer Sheva, fueron conducidos a Gaza por el ejército israelí en 1948.
  • Gaza ha vivido bajo la ocupación de Israel desde las Guerra de los Seis Días, en 1967, puesto que si bien la nación hebrea retiró en 2005 sus tropas y colonos, hay amplio consenso internacional en seguir reconociéndola como una fuerza de ocupación. Esto es así porque controla el acceso a la zona, su espacio aéreo y costero, y porque sus efectivos entran a voluntad en la Franja. En tanto que fuerza ocupante, la Cuarta Convención de Ginebra atribuye a Israel la responsabilidad de velar por la población civil de Gaza.
  • El bloqueo de Israel sobre Gaza, que ha estrangulado lentamente el movimiento de personas y de bienes básicos al punto de crear problemas sanitarios que representan un peligro para la vida de la población, se ha recrudecido desde la victoria de Hamás en las elecciones al Consejo Legislativo de Palestina en enero de 2006.
  • La tregua unilateral por la que Hamás había dejado de lanzar cohetes contra Israel (salvo como respuesta a sus bombardeos, lo cual supuso una reducción de cientos en mayo y junio a menos de 20 en los cuatro meses subsiguientes), esperó vanamente el levantamiento del bloqueo, que no sólo no ocurrió, sino que se extremó, al punto de que las fuerzas israelíes impidiesen el acceso a la ayuda de la ONU. A principios de noviembre, además, Israel lanzó ataques por mar y por tierra en los que murieron seis hombres de Hamas.
  • Aunque Khalidi admite el valor singular de todas las vidas perdidas, remite a los números: casi 700 palestinos muertos en los últimos ataques, civiles en su mayoría, frente una docena, aproximadamente, de bajas israelíes, entre las cuales varios soldados.

Para el analista, los logros que sólo son posibles para la negociación han quedado frustrados por la negativa de Israel a satisfacer los términos de la tregua y a levantar el bloqueo. En opinión de Khalidi, las palabras en 2002 de Moshe Yaalon, entonces jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Israelíes de Defensa, dan la clave de los términos en que la nación ocupante se plantea este conflicto: “Los palestinos deben asumir en el último resquicio de sus conciencias la idea de que son un pueblo derrotado”.

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