El pasado domingo, tras emitir una orden de evacuación a los vecinos, Israel bombardeó el sur de Beirut con intención de destruir instalaciones de Hezbolá. A pesar del alto al fuego acordado en noviembre entre Israel y la milicia chií aliada de Irán, el Líbano no ha dejado de sufrir ataques ocasionales como éste y el Ejército israelí sigue sin retirarse del sur del país.
En medio de la destrucción que ha dejado la guerra, que se suma a los problemas económicos y políticos, el pueblo libanés trata de levantar cabeza liderado por su nuevo presidente, Joseph Aoun, y su nuevo primer ministro, Nawaf Salam, elegidos tras más de dos años de bloqueo político.
Lo cierto es que este conflicto todavía abierto entre Israel y Hezbolá ha contribuido en…
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