“Polarización” es un término muy usado para describir el clima político de los últimos años. Después de un largo periodo en que centroderecha y centroizquierda se alternaban “pacíficamente” en el Gobierno, han crecido los extremos y las mayorías son más cortas e inestables. Pero una mayor distancia entre posturas y una contienda ideológica más dura no son forzosamente peligrosas, y pueden contribuir a la vitalidad democrática. Los problemas vienen si el ambiente político crispado afecta a la salud mental y a las relaciones entre las personas. Que es lo que está pasando.
En un testimonio publicado en la revista GQ, la autora relata que sufrió dos crisis de nervios en 2016, el año en que el Reino Unido aprobó por referéndum abandonar la Unión…
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