Dos espías en la II Guerra Mundial que fingen ser un matrimonio: una buena historia, dos grandes actores para interpretarla, un director experimentado y un mal guion que la desaprovecha.
El caso de uno de los primeros transexuales, muy bien interpretado por Eddie Redmayne, tiene mucho de reivindicación ideológica, pero prima los conflictos dramáticos. Oscar a la actriz de reparto (Alicia Vikander).