M. Emmet Walsh

Rian Johnson da en la diana con una película de corte clásico y un argumento que bebe en Agatha Christie.
Un sacerdote amenazado de muerte protagoniza una gran película, llena de matices que reflejan la complejidad del ser humano.
Un cuento aparentemente surrealista que pone el dedo en la llaga de cuestiones como la paternidad y la educación.

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