Amaia Salamanca

Aunque este “thriller” resulta entretenido y suaviza el anticlericalismo de la novela de Arturo Pérez-Reverte, padece un guion nada creíble, con una visión ridícula de la Iglesia.
Empieza la tercera temporada de una de las series españolas más premiadas y seguidas por la audiencia.
Las joyas de Eva Perón, Carmen Polo de Franco y un robo organizado por peronistas componen una comedia que al final abandona bruscamente el tono amable que traía.

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