El intento de legalización del aborto en Argentina fracasó al comienzo del trámite parlamentario, desalentado por la postura contraria de la presidenta Cristina Fernández.
Las protestas estudiantiles en Chile, pidiendo que el Estado dedique más recursos a la enseñanza pública, se han convertido en una quebradero de cabeza para el gobierno de Piñera, como ya lo fueron para el de Bachelet.
El último referendo ecuatoriano aumenta el control del presidente Correa sobre la justicia y los medios de comunicación, mientras en Venezuela Chávez hace menos ruido y se concentra en los problemas internos.
La reforma que propone el gobierno se centra en dar más salario a los profesores, más autonomía a las escuelas y más poder a las familias para elegir y exigir.
El país está sumido en una creciente falta de seguridad, con cifras peores que Irak y México. El gobierno de Hugo Chávez prohibió las informaciones e imágenes sobre violencia.
El relevo en la presidencia, tras 20 años de dominio del centroizquierda, representa en el fondo poco cambio para el país, que, como prueba de su progreso y estabilidad, acaba de ingresar en la OCDE.
La izquierda dura de América del Sur se encuentra abocada a una lucha contra la prensa independiente y crítica, a la que ve como parte activa de la oposición.
El plan OLPC fabrica computadoras muy baratas para que cada niño de los países pobres pudiera tener una. Pero donde la idea ha tenido mayor éxito es en una nación más rica, Uruguay.
Ante la creciente ola de delincuencia, los argentinos han salido a la calle para reclamar al gobierno más medidas contra la inseguridad, que está muy unida a la pobreza.
La democracia en América Latina no es algo que funcione a las mil maravillas en todos los países. Pero hay ejemplos de éxito como Uruguay, que en 2009 afronta un año electoral.
El primer año de Cristina Fernández en la presidencia argentina ha sido muy conflictivo, más por errores propios que por una coyuntura regional y mundial desfavorable.