Max Sonderman

Hay algo que se escapa en todas las loas sobre la e-conomía, el e-comercio o los e-negocios. No pasa un día sin que un consejero delegado o presidente haga un discurso sobre los desafíos y oportunidades del nuevo modo de trabajar y organizar el trabajo: "Sean flexibles, jueguen en equipo, confíen en el riesgo...". Hay muchas oportunidades, es cierto, pero... ¿cómo afectarán las nuevas formas de trabajo al tipo de personas que somos? Apenas una década de duro clima económico hizo de nuestros abuelos esforzados trabajadores, amantes de la seguridad, ahorradores y abnegados. El crecimiento económico de los 50 y 60 moldeó en cambio a los baby-boomers como optimistas, materialistas y egoístas. ¿Qué será de una generación en la que los cambios de empleo son más frecuentes, el trabajo por cuenta propia más habitual, más gente trabaja desde casa y las oportunidades se incrementan al precio de una mayor incertidumbre?

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