José Carlos Cano Montejano

La ley corrigió la anomalía de que la Iglesia no pudiera tener certificado de propiedad de los templos.
La Iglesia no se ha apropiado bienes, sino que ha podido registrar los que ya tenía, cosa que antes no podía hacer.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.