Los tratados comerciales entre México y Estados Unidos han impulsado la industria en ambos, especialmente en el primero, pero ocultan algunos problemas crónicos propios de cada país.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tendrá que afrontar la precariedad laboral, problema en el que se ha avanzado poco en el mandato de López Obrador.
A pesar de las reformas laborales introducidas por el gobierno, la clase trabajadora sigue muy empobrecida, lo que crea un caldo de cultivo para la violencia.