Querida Helena,
Naciste el 14 de mayo de 2024, junto a decenas de miles de niños en todo el mundo. Por eso quisiera dejar un recuerdo y testimonio personal del mundo en que tú y otros han llegado a habitar.
Espero que cuando en algunos años leas esta carta, puedas contrastar tu actualidad con lo que ocurrió cuando viste la luz. Espero de todo corazón que, en el futuro, varios de los sucesos que te contaré a continuación tengan desarrollos positivos que ayuden a solucionar algunos de los problemas más apremiantes de la sociedad.
Mayo de 2024 ha sido un mes intenso para la tecnología, las compañías de este sector están acelerando su inversión y lanzando nuevos productos de inteligencia artificial, algo que apenas empezamos a conocer por estos días y que estamos lejos de comprender. Open AI, una de las compañías pioneras en este campo, presentó su versión 4.0 de chat GPT, una aplicación que ha popularizado esta tecnología y que ha tenido una adopción masiva. GPT 4.0 ahora tiene la capacidad de interpretar video y comandos de voz, seguramente para ti esto será algo cotidiano. Para nosotros, los habitantes de este tiempo, es toda una novedad. El 14 de mayo, día de tu nacimiento, Google lanzó su sistema de búsqueda con inteligencia artificial generativa, como una respuesta a Open AI. La tensión entre estas empresas se empieza a notar y la pregunta es quién llegará más lejos e invertirá más que el otro en IA.
Sólo en lo transcurrido de 2024, estas empresas han invertido aproximadamente 43.000 millones de dólares en investigación y desarrollo de IA, según la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos. En contraste, la Iniciativa Moonshot contra el cáncer, una de las banderas del gobierno de la administración del presidente Biden y cuyo objetivo es reducir la tasa de mortalidad por esta enfermedad a la mitad durante los próximos 25 años, ha recibido en total una inversión de 1.800 millones de dólares desde 2016 cuando fue aprobada por la Ley de Curas del Siglo 21. Es cierto que la IA podrá ser una herramienta potente para prevenir esta enfermedad y hasta quizás curarla, salvando millones de vidas. En cualquier caso, lo llamativo es cómo en tu mundo las corporaciones son cada vez más poderosas, ricas y con capacidades que superan a las de los gobiernos.
La carrera por el desarrollo de la inteligencia artificial parece ser el suceso que marcará a tu generación
De Hiroshima al World Trade Center
A tus bisabuelos les tocó vivir en la era de la carrera armamentista. El mundo estaba en guerra, y parecía que sólo la construcción de un arma lo suficientemente poderosa para disuadir al enemigo podría alcanzar la paz mundial. Una aparente contradicción, una medicina dolorosa para alcanzar un bien mayor.
Así, el 16 de julio de 1945 se condujo el primer experimento exitoso de la detonación de esta bomba en el desierto de Nuevo México. El mundo había cambiado para siempre en ese instante, el hombre tenía en sus manos el poder de acabar con la tierra. Luego de esto, como una decisión que seguirá siendo analizada y juzgada de generación en generación, los Estados Unidos arrojaron sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, en Japón, dos bombas que arrasaron con estas poblaciones, causando un dolor indescriptible y una huella imborrable en la historia de la humanidad.
Sin embargo, la ambición humana y el deseo de supervivencia de otros países resultaron en más inversión de sumas ingentes de dinero para producir más armas nucleares que pudieran equilibrar la balanza militar global. Esta carrera por el control armamentístico, a pesar de pactos firmados entre los líderes mundiales, sigue en curso y ahora el mundo tiene miles de estos dispositivos que pueden incendiar nuestro planeta.
Durante el tiempo de tus abuelos se produjo otra carrera entre los países, en este caso por el espacio. En 1957 la Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial. Un año después, los Estados Unidos respondieron lanzando el Explorer 1. La carrera espacial había empezado y definiría quién tendría mayor influencia en el mundo.
El 20 de julio de 1969 ocurrió algo impensable que consolidó el triunfo de Estados Unidos en esta competencia: El Apolo 11 aterrizó en la luna y los astronautas Buzz Aldrin y Neill Armstrong caminaron en la superficie lunar. Las palabras de Armstrong fueron inscritas en la historia: “un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”.
¿Será, querida Helena que hoy se están dando pasos tan importantes como el de Armstrong en la luna y no lo hemos notado? Quizás para el momento en el que leas esta carta en algunos años lo sabremos. Esperemos que sea un paso para el bien de la humanidad.
A nuestra generación, la de tus padres, nos ha tocado vivir ya no una lucha entre países, sino un enfrentamiento entre Estados con grupos armados ilegales, con inmensa capacidad de daño. La lucha contra el terrorismo ha sido quizás el sello de nuestra generación, teniendo su génesis en los atentados del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York, cuando dos aviones secuestrados por fundamentalistas islámicos fueron estrellados en el famoso World Trade Center. Desde entonces, y como lo sintetizó un reconocido politólogo, el profesor Samuel P. Huntington, el suceso de nuestro tiempo ha sido un enfrentamiento entre civilizaciones.
Ha sido inevitable pensar en tus hermanos al momento de escribir esta carta. Tu hermano mayor nació en 2016. En ese año ocurrieron dos eventos significativos en el mundo; primero, el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Ese mismo año, Donald Trump fue elegido el presidente número 45 de los Estados Unidos. Ambos eventos tuvieron un factor en común que fue la consolidación del discurso populista en el ámbito global. Tu hermana, nació en 2018, ese fue el año del mundial de fútbol en Rusia y de las protestas de los chalecos amarillos en Francia.
Un nuevo genio fuera de su botella
Sin embargo, tanto éstos como los eventos globales del año en el que nació tu hermano mayor parecen asuntos de menor trascendencia que la llegada de la inteligencia artificial en la vida social.
En sus años de nacimiento era difícil imaginar la disrupción que ésta podría generar. Tú en cambio, has nacido en el año del inicio de esta sacudida global, quizás, lo dirá el tiempo, del inicio de la quinta revolución industrial.
Unas semanas antes de tu nacimiento, asistí por primera vez a la conferencia anual de inversionistas de Berkshire Hathaway, la empresa de inversiones de Warren Buffet, un empresario reconocido por su talento para invertir dinero, hacer empresas y saber leer a la sociedad.
En la conferencia de este año, Buffet confesó no saber mucho sobre la IA, sin embargo, la asoció a las armas nucleares a lo que llamó: “el genio que había salido de la botella y no había vuelto a entrar”. Algo que en sus propias palabras “lo aterraba”.
¿Será que el genio de la IA ya salió de la botella por siempre sin capacidad de que sea controlado? Cuando leas esta carta en 12 o 13 años, tendremos respuestas a esta pregunta. Espero sinceramente que, si ese genio salió de la botella y penetrará lo más profundo de nuestras vidas, sea esencialmente para facilitarnos la existencia, solucionar problemas como el cáncer, ser un aliado de los gobiernos para tomar decisiones con mayor evidencia y precisión en los resultados y ayudar a resolver el calentamiento global, entre tantos otros.
Me quedo con esta visión optimista, aunque te confieso que también tengo mis temores al respecto, especialmente en lo que concierne a una inteligencia superior a la humana que tome decisiones por sí sola y que lo haga sin contemplación moral o del bien común.
Tu nacimiento y el de tantos otros por estas fechas es suficiente motivo de esperanza en el futuro y en la adaptación que necesariamente tendremos que vivir.
Con todo mi cariño.