Turquía iguala a maridos y mujeres en el Derecho de familia

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El 1 de enero entró en vigor una reforma del Código Civil turco, de 1926, que equipara los derechos de hombres y mujeres en el matrimonio. La nueva ley de familia fue aprobada, junto con otras, para facilitar la entrada de Turquía en la Unión Europea, y es, dentro del mundo islámico, la que más iguala a los cónyuges.

A partir de ahora, los hombres no tienen en exclusiva la condición de cabeza de familia. Las esposas podrán trabajar fuera de casa sin necesidad de permiso expreso de sus maridos. Se les reconoce también el derecho a tomar parte en las decisiones relativas a los hijos o al lugar de residencia. Los hombres no podrán eludir sus responsabilidades legales hacia los hijos extramatrimoniales, que serán reconocidos en pie de igualdad con los nacidos dentro del matrimonio.

Antes, la mujer turca podía quedar en mala situación tras el divorcio. El Código Civil solo admitía el régimen de separación de bienes; en caso de ruptura, el marido se quedaba con la vivienda y el resto del patrimonio adquirido mientras duró la unión. A partir de ahora se podrá escoger entre cuatro regímenes, de los que el de comunidad de bienes -que implica el reparto equitativo en caso de divorcio- se aplicará si los esposos no eligieron expresamente otro al casarse. Los diputados opuestos a la reforma del Código lograron, sin embargo, introducir una enmienda de última hora: para los matrimonios contraídos bajo la ley anterior, el nuevo régimen solo se aplicará a los bienes adquiridos a partir de 2003.

Otra novedad es que la edad mínima para contraer matrimonio se retrasa hasta los 18 años, en vez de 15 para las mujeres y 17 para los hombres.

La igualdad entre esposos, establecida por el nuevo Código Civil, ya reinaba de hecho, en general, entre la población urbana del país. En las zonas rurales, en cambio, no resultará fácil aplicar la reforma. Por ejemplo, el año pasado, en la provincia de Aydin, junto al mar Egeo, las autoridades observaron un elevado absentismo escolar entre las chicas. Descubrieron que muchas, de 10 a 14 años, estaban casadas, contra la ley entonces vigente (cfr. Le Monde, 5-I-2002). También en otras provincias son corrientes tales matrimonios ilegales, celebrados ante un imam (jefe religioso musulmán) y por lo general concertados por el padre, sin pedir consentimiento a la novia.

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