Si ya era difícil que una niña de 12 ó 13 años se aguantara a sí misma, añada a esto el boom de las redes sociales, la obsesión por estar sexy o por ser la primera de la clase a cualquier precio. Ciertamente, las chicas de hoy no lo tienen nada fácil. Por eso, los padres han de ayudarlas a discernir entre lo accesorio y lo que de verdad importa. El psicólogo y médico de familia Leonard Sax, presidente de
Suscripción
Contenido Oculto
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
AccederSuscripción