EE.UU.: menos matrimonios, pero duran más

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Mientras las tasas de nupcialidad caen y la cohabitación se extiende, el matrimonio se ha vuelto más selectivo

Desde hace tres décadas, en Estados Unidos se escucha la cantinela de que uno de cada dos matrimonios acaba en divorcio. Pero ahora un informe de la Oficina del Censo de ese país revela que el matrimonio allí se está convirtiendo en una institución social más estable: se casan menos, cierto, pero los que lo hacen duran más en comparación con lo que ocurría en los años ochenta y noventa.

The Survey of Income and Program Participation (SIPP) es una de las encuestas nacionales que pueden dar una foto robot más fiable de cómo son los mayores de 15 años y los hogares de Estados Unidos. Con una periodicidad aproximada de cinco años, la SIPP se centra en el estado civil.

La última de este tipo se hizo en 2009 en cerca de 39.000 hogares. En la encuesta participaron 55.497 adultos que han estado casados alguna vez. A todos se les preguntó el número de años que llevan casados, si son matrimonios intactos; o por las separaciones, divorcios, nuevos matrimonios o viudez, según los casos.

Rose M. Kreider y Renee Ellis, investigadoras de la Oficina del Censo de Estados Unidos, han ordenado estos datos; los han cruzado con los de las SIPP relativas al estado civil que engloban el período de tiempo que va desde 1986 a 2009; y, además, han analizado la evolución del estado civil de las mujeres y hombres nacidos entre 1940 y 1944. Con todo este material, han elaborado un informe que ofrece algunas conclusiones novedosas (1).

Matrimonio más tardío

Un primer cambio significativo que marca tendencia es el incremento de la edad del primer matrimonio, algo que se lleva observando desde hace tiempo. Pero que ahora se une al dato de que ese retraso se traduce en un porcentaje mayor de adultos jóvenes que terminan por no casarse.

Así, mientras que en 1986 el porcentaje de mujeres entre los 25 y los 29 años que no se habían casado era del 27%, en 2009 subió al 47%. Sin embargo, entre las mujeres de 55 años apenas ha habido variaciones (del 5% se ha pasado al 6% en ese mismo período de tiempo).

La tendencia a posponer el matrimonio afecta todavía más a las mujeres afroamericanas. Mientras que en 2009 el 43% de las mujeres blancas (no hispanas) de entre 25 y 29 años no estaban casadas, entre las mujeres afroamericanas de esa edad el porcentaje alcanzaba al 70%. Pero también en este grupo siempre ha sido más frecuente la maternidad al margen del matrimonio.

Baja el divorcio entre jóvenes

Pese a que el divorcio sigue estando más extendido en Estados Unidos que en la mayoría de países europeos, hay algunos datos positivos. En primer lugar, las tasas de divorcio empiezan a caer ligeramente respecto a las de los años ochenta, cuando llegaron a su punto más alto. Frente al 74% de parejas casadas en los ochenta que celebraron su décimo aniversario, el porcentaje de casados a partir de 1990 que llegaron a ese aniversario subió a un 77%.

También se consolida la caída del divorcio entre las generaciones más jóvenes. En efecto, en 1996 el porcentaje de mujeres casadas de entre 25 y 29 años que estaban divorciadas llegaba al 19%; en 2009 este porcentaje descendió al 14%.

Idéntico patrón se produjo entre las mujeres casadas de entre 30 y 34 años. En 1996, el porcentaje de las divorciadas era del 26%, y en 2009 bajó al 21%; o sea, una caída de casi el 20% de divorcios. En esos años, también descendieron las tasas de divorcio entre las mujeres de entre 35 y 39 años, 40 y 49 años; en cambio, subió en los tramos de edad de las mujeres de entre 50 y 59, 60 y 69, 70 y más años.

La educación es clave

¿A qué se debe este cambio de tendencia? El informe no ofrece demasiadas explicaciones. Una pista apunta a la legislación divorcista de los años setenta, que afectó sobre todo a las mujeres que ahora están entre los grupos de edad de 50 en adelante.

Otra causa: “Mientras las tasas de nupcialidad caen y la cohabitación se extiende, el matrimonio se ha vuelto más selectivo para los adultos que están mejor situados económicamente y tienen más formación”.

El informe apoya esta conclusión en un estudio del sociólogo norteamericano Andrew Cherlin (2). En la misma línea, W. Bradford Wilcox –director del National Marriage Project y profesor de sociología en la Universidad de Virginia– ha mostrado que en Estados Unidos la tasa de divorcios entre los matrimonios con estudios superiores ha caído un 30% desde 1980, mientras que la de los matrimonios con estudios inferiores ha subido un 6% (3).

A partir de estos datos, Wilcox sostiene la tesis de que la progresiva desinstitucionalización del matrimonio –a través del debilitamiento jurídico y social del compromiso conyugal– ha abierto un nuevo frente en la brecha entre ricos y pobres: la desigualdad matrimonial.

Pero cuando Wilcox explica la evolución de la institución matrimonial no se detiene únicamente en los aspectos económicos. “Hoy día, el matrimonio se ha convertido en una institución mucho más selectiva”, afirma. “La gente con más formación, mejor posición económica o más religiosa es más propensa a casarse y a permanecer casada”, declara al Washington Post (18-05-2011).

De manera que ni la decisión de casarse ni las posibilidades de éxito o de fracaso en el matrimonio vendrían determinadas por factores económicos. Tras varias décadas de numerosas rupturas familiares, parece que va calando la idea de prepararse mejor para el matrimonio y adquirir una conciencia mayor del compromiso que supone.

Así, el informe de la Oficina del Censo muestra un ligero aumento del 1-2% entre los aniversarios celebrados en 2009 en comparación con los de 1996. El 83% de las parejas casadas en el momento de hacerse la encuesta de 2009 había celebrado su quinto aniversario; el 55% había estado casado por lo menos 15 años; el 35% brindó por sus 25 años y el 6% celebró una bodas de diamante en toda regla.

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Notas:

(1) Rose M. Kreider y Renee Ellis, “Number, Timing, and Duration of Marriages and Divorces: 2009”, Household Economics Studies, mayo 2011, págs. 70-125, United States Census Bureau.

(2) Andrew Cherlin, The Marriage-Go-Round: The State of Marriage and the Family in America Today, Random House, Nueva York, 2009.

(3) W. Bradford Wilcox, “The Evolution of Divorce”, National Affairs, núm. 1, otoño 2009, pp. 81-94. Ver Aceprensa, 7-04-2010.

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