La universidad privada está en auge en Europa central y del Este

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Las iniciativas privadas de enseñanza superior están proliferando en los países ex comunistas de Europa Central y del Este, que hasta hace poco solo conocían el monopolio estatal de la enseñanza. El auge es particularmente llamativo en Polonia, donde más de la cuarta parte de los universitarios van a centros privados, pero también en otros países la proporción ha alcanzado el 10% del alumnado y sigue creciendo.

El fenómeno está en auge en toda Europa central y oriental, según datos que ofrece The Economist (5-I-2002), aunque es muy reciente en algunos países. No hace tres años que el Parlamento checo reconoce los títulos privados, y en la ex Yugoslavia sólo Macedonia ha abierto sus puertas a una universidad, de origen albanés, en la ciudad de Tetovo. En Polonia, los datos revelan que se trata de una tendencia arraigada: proliferan las escuelas de negocios, y el número de matriculados en universidades privadas es más de 377.000 estudiantes -un cuarto de la población universitaria-, que pagan matrículas que oscilan entre 450 y 900 dólares.

En Rumania son casi un tercio los alumnos inscritos en centros privados Desde la caída del dictador Ceaucescu han aparecido hasta 40 instituciones privadas de este tipo. En Hungría ninguna institución se muestra tan activa en la enseñanza superior como la Iglesia católica, que impulsa 26 centros. En Hungría es también importante la acción de uno de los mayores promotores de universidades en la Europa del Este, el multimillonario de origen húngaro George Soros (ver servicio 156/93).

Desde 1993 Soros ha invertido millones de dólares en estas iniciativas, a través de su red de fundaciones. Con vistas a su objetivo final de fomentar la creación de sociedades abiertas, impulsa escuelas y centros universitarios, financia proyectos de investigación o dota becas para formación del profesorado. Destaca, entre las instituciones que ha creado, la Universidad de Europa Central, con sede en Budapest, que cuenta con centenares de alumnos.

El éxito de las universidades de pago está motivado, según The Economist, por dos razones: «En primer lugar, al venirse abajo los presupuestos estatales, las universidades públicas empezaron a estar escasas de recursos, y muchas empezaron a cobrar tasas. En segundo lugar, ante las nuevas oportunidades del capitalismo, mucha más gente se vio impulsada a adquirir el know-how necesario para progresar». Los jóvenes están dispuestos a pagar las matrículas de las universidades privadas, y endeudarse por muchos años, para lograr así sus objetivos.

De momento, el prestigio y los mejores profesores y alumnos siguen concentados en la universidad pública. Entre los privados, el tiempo hará una criba. La enseñanza superior privada ofrece sobre todo informática, dirección de empresas, derecho y lenguas extranjeras, sectores donde hay más demanda. También busca las ayudas económicas internacionales y el apoyo científico de universidades occidentales, para realzar su prestigio.

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