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Juan Pablo II recibió a los participantes en el congreso Univ 96

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«Anunciar a Cristo constituye el culmen de la comunicación», afirmó Juan Pablo II durante el encuentro que mantuvo el día 2 con cuatro mil jóvenes participantes en el «Univ 96», un congreso universitario internacional promovido por miembros del Opus Dei de sesenta países, cuya fase final se celebra en Roma.

El Papa aparecía en buena forma y dedicó veinte minutos a recorrer el Aula Pablo VI, saludando personalmente a muchos de los participantes. Juan Pablo II centró su discurso en el sentido de la comunicación, que había sido el tema del congreso de este año.

El Santo Padre dijo en un momento de su intervención, pronunciada en seis idiomas, que no es realista pensar que es posible una información aséptica. Se debe respeto a la objetividad, precisó, pero no se puede olvidar que «el hombre lleva siempre consigo o dentro de sí mismo bagajes de verdades, de ideales y de normas éticas que continuamente evalúa, profundiza y reformula en su confrontación con la realidad».

«Desde este punto de vista, añadió, la tesis según la cual quien informa debe actuar como simple espejo de la sociedad no parece realista; en un cierto sentido, podría incluso ser juzgada oportunista, y como un pretexto para evitar tener que asumir la propia responsabilidad moral en la relación con los demás. El cristiano, por el contrario, sabe que no puede ignorar nunca la propia conciencia en todos los actos que realiza y que lo ponen en relación con los otros hombres».

El Papa subrayó que «la fe pone en las mentes una especie de inclinación connatural a la verdad, que permite ir más allá de los estratos intermedios y provisionales de lo real para llegar al nivel donde cada significado alcanza su propia plenitud. Aquí la comunicación se desarrolla hasta llegar a ser comunión, donación de sí mismo, intercambio recíproco, participación profunda y vital en la que uno se da, y recibe del otro. Precisamente porque contrasta con este dinamismo interior, el individualismo debe ser considerado como incompatible con un auténtico cristianismo».

De ahí la conclusión: «Comunicar -dijo el Papa- es aprender a vivir según la lógica de la entrega personal, es decir, del amor. La verdad plena de la comunicación se encuentra en el amor. La verdad plena de la comunicación se encuentra en la comunión».

En el curso de la audiencia, de casi hora y media de duración, los jóvenes presentaron al Papa algunos testimonios y relatos de la vida que hacen en las cuatrocientas universidades de las que proceden. Una de las intervenciones más aplaudidas fue la de Ya’coub Tahan, palestino, que cantó una canción en árabe que habla de la paz en Jerusalén, su ciudad natal.

En este XXIX congreso Univ, dedicado al tema «Comunicar: aprender a vivir», intervino entre otros ponentes el historiador británico Paul Johnson. Pero los verdaderos protagonistas fueron los jóvenes participantes, que presentaron un total de 250 comunicaciones y numerosas experiencias sobre la realización de proyectos de promoción humana en zonas deprimidas.

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