Michael Rianda

Divertido homenaje a la familia imperfecta –es decir, normal–, y un certero aviso sobre la excesiva dependencia de las nuevas tecnologías.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.