Thriller de acción extenuante que pone de manifiesto el viejo principio de que el fin no justifica los medios. Entretenida y correcta pero manida en forma y fondo.
El planteamiento de Disturbia no está mal y tiene cierta gracia, pero paulatinamente la trama se torna chusca, manida y elemental hasta quedar en un pasatiempo para adolescentes no demasiado exigentes.