En medio de la crisis de definición que atraviesa la industria periodística, la revista Telos dedica su último número a hacer un diagnóstico de la situación actual de los medios de comunicación y de sus posibles modelos de negocio.

En medio de la crisis de definición que atraviesa la industria periodística, la revista Telos (enero-marzo 2011) dedica su último número a hacer un diagnóstico de la situación actual de los medios de comunicación. Algunos de los firmantes del dossier se atreven incluso a aventurar elementos imprescindibles para que los nuevos modelos de negocio tengan posibilidades de éxito. “The New York Times” y Rupert Murdoch Una de las maneras de analizar la evolución de un sector consiste en observar cuáles han sido los últimos movimientos de sus principales referentes. Bernardo Díaz Nosty, Catedrático de la Universidad de Málaga, compara los modelos que han elegido para afrontar esta etapa tanto el gigante americano de la prensa, The New York Times, como el magnate inglés de la prensa, Rupert Murdoch. “Fernando Gallardo Olmedo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, analiza tres aspectos -fundamentales desde su punto de vista- para que la prensa alcance el modelo de negocio sostenible tan deseado: Generación y explotación del valor reputacional: Las páginas web de los periódicos más importantes son las más vistas. Los lectores tienen en cuenta la línea editorial pero están dispuestos a consultar medios que no coincidan con la suya siempre y cuando sean medios con ese valor reputacional.Generación y explotación de economías de tamaño: Pueden ser de escala (cuantos más lectores digitales tenga un periódico menor es el coste unitario); o de alcance (dentro de un grupo mediático la estrategia de compartir los costes intelectuales y llevar a cabo sinergias entre varios medios de comunicación).Segmentación de clientes y diferenciación del producto: Estudiar quién lee qué noticias y distinguir entre aquellas informaciones más demandadas pero de menor valor añadido (porque la mayoría de los medios también las ofrecen) y las de mayor valor añadido (análisis, opinión, etc.), habitualmente menos demandadas pero por las que algunos lectores están dispuestos a pagar. El modelo basado en la publicidad funciona sólo para aquellas noticias en las que los ingresos por publicidad superan los costes. Esta opción se puede utilizar para financiar todas las noticias -es lo que están haciendo la mayor parte de los periódicos- pero no es rentable para el sector y no es sostenible para mantener un conjunto de noticias de gran valor añadido, de demanda más reducida y fuente de generación de valor reputacional. Las estrategias comerciales para generar un modelo financiero sostenible pasaría, según Gallardo, por la migración del “gratis total” al “gratis parcial”, la adopción de un conjunto de iniciativas que hagan más atractivo el producto y generen fuentes alternativas de ingresos (una relación más profunda con los lectores, la ampliación de la gama de productos para los suscriptores de pago y la explotación de nuevos canales de distribución), y por la distribución del producto de forma indirecta a través de agregadores electrónicos. Google y el coste de la banda ancha En los últimos años la industria periodística debate sobre la conveniencia de dejar que los agregadores electrónicos enlacen la información. El paradigma es Google News, en quien tienen puestas las miradas todos los grandes medios de comunicación. “Google -señala Gallardo- redirecciona lectores a los medios y si las noticias son de pago les puede incluso generar ingresos”. La gran queja de los medios la enarbola el magnate Rupert Murdoch que reprocha al buscador que genere unos ingresos propios ostensiblemente mayores que los que terminan en las arcas de la prensa. Gallardo recuerda que muchos de estos problemas son consecuencia del alto coste de la Banda Ancha fija en España. En el caso de la prensa digital, si el usuario tuviese que pagar por acceder a los contenidos, su lectura de prensa incluiría varios costes: el propio contenido, el coste del ordenador, y el coste de la Banda Ancha, si bien es cierto que estos dos últimos son compartidos con otras actividades. “Un modelo más transparente sería aquel en el que el coste fijo de acceso a la Banda Ancha fuese sensiblemente más reducido y en el que los proveedores de contenidos pagasen también por el uso de la red gracias al cual el producto llega al usuario”. Por supuesto, otras empresas cuyo negocios se basa en el uso de redes (el caso más llamativo es el de Google) también tendrían que abonar su cuota. El periodismo como bien social En Europa, las editoriales agrupadas en la European Newspaper Publishers Association (ENPA) tratan de coordinar una política común sobre la prensa, con el objetivo de conseguir una remuneración adecuada por sus contenidos redaccionales, empezando por una negociación con Google. En su artículo sobre la metamorfosis de la prensa, José Manuel Burgueño, profesor de la Universidad Antonio de Nebrija, recuerda que el problema que tienen los medios con los agregadores electrónicos va más allá del reparto de los ingresos generados. “Si el acceso de los usuarios a la información pasa por un agregador, el periódico deja de ser el medio de cabecera, la fuente principal y primera de sus lectores para convertirse en una opción, un posible enlace, y eso si aparece en los primeros puestos del buscador”. Existe también otra salida de la crisis distinta de la consecución de un modelo de negocio rentable para la industria periodística. Burgueño hace alusión a algunas sugerencias que proponen que el periodismo pueda ser declarado oficialmente como un bien público y que los gobiernos contribuyan a salvarlo a través de la concesión de ayudas. Esta posibilidad provoca reticencias entre los profesionales por el riesgo a perder su independencia, salvo que se tratase de ayudas indirectas, como una fiscalidad favorable que, con independencia de sus contenidos, beneficie a todos por igual. Algunos, según Burgueño, sitúan la esperanza de la industria en la renuncia total a la búsqueda de beneficios. Es el caso del senador americano Benjamin Cardin que propuso traspasar los periódicos locales a fundaciones que disfruten de amplias exenciones fiscales. Por qué están dispuestos a pagar los lectores Existe un cierto consenso en la industria sobre el futuro del modelo de pago, aunque más a largo que a corto plazo. Según un estudio realizado por Accenture en 2009, un 60% de los ejecutivos de la industria apuesta por la publicidad como soporte económico en los próximos años. Un 22% cree que los modelos de pago dominarán el escenario de los medios dentro de tres años y el 10% confía en la combinación de gratuidad y pago hacia estrategias freemium (el 90% accede a la información gratuita gracias al dinero que paga un 10% por la información Premium). Lo único que falta, según Burgueño, es encontrar aquello por lo que el ciudadano esté dispuesto a pagar. Para el profesor de Comunicación de la Universidad de Navarra, Alfonso Sánchez-Tabernero, “los datos, los hechos, las cotizaciones de bolsa, lo que puedo buscar en Google, no tiene interés. Sí lo tiene el análisis, la interpretación, la opinión, la creatividad, la anticipación. La prensa va a estar más basada en el talento que en la cantidad”. En sintonía con esta idea, la periodista Magis Iglesia rescata el ejemplo del semanario alemán Die Zeit, cuyas declaraciones en una entrevista realizada en El País en octubre de 2010 llamaron la atención del sector. Su director, Giovanni di Lorenzo, explicaba cómo el semanario había logrado sus mayores éxitos en lo dos últimos años (en lo más crudo de la crisis) tanto en tirada como en beneficios. “Nuestro truco fue estudiar en detalle las necesidades de los lectores, ignorar todos los consejos de los asesores de medios y seguir haciendo artículos largos documentados, serios e incluso difíciles”. Según di Lorenzo el futuro del periodismo escrito pasa por ser un periodismo de “orientación” y “profundización”. “Internet es una de las causas de la crisis del papel, pero hay otras también importantes como la falta de credibilidad y el abandono de la calidad”. Configuración de las nuevas redacciones Un tema delicado que han tenido que afrontar los medios de comunicación ha sido la nueva configuración de las redacciones. Si uno de los problemas que debe atajar el periodismo es la disminución de la calidad es necesario establecer mecanismos de control severos para contrarrestar el factor de inseguridad que la prisa representa en la praxis actual. Los medios se enfrentan a una paradoja porque necesitan profesionales con experiencia para desempeñar este rol, pero ese perfil es el que más ha sufrido los recientes expedientes de regulación de empleo por efecto de la crisis y a la evolución de las tecnologías. Por otro lado, a la vez que las redacciones de los periódicos impresos se han transformado en redacciones multimedia, en los últimos años han surgido nuevos formatos de redacciones impulsadas por los nuevos medios. Es el caso de Demotix, que suple la falta de corresponsales extranjeros de los medios con periodistas ciudadanos; Spot US1, página basada en el crowdfunding en la que periodistas freelance proponen temas de investigación que sólo se realizan si se obtiene la financiación necesaria. The New York Times ha llegado a comprar alguno -con lo que las donaciones se reembolsan- y también ha aceptado gratis algún artículo de ProPublica, una fundación filantrópica dedicada al periodismo de investigación en Internet. En un intento por vincular noticias con redes sociales y blogs, Burgueño no se olvida de mencionar el caso de The Huffington Post, diario digital que arrasa en Estados Unidos superando en visitas a The Washington Post y Los Angeles Times, y que acaba de ser adquirido por AOL. Mediante una extensa red de blogs y un agregador de contenidos ajenos se ha convertido en el medio de referencia para millones de norteamericanos. El otro gran referente en política en Estados Unidos es Politico, que con seis millones de usuarios únicos mensuales se encuentra entre los veinte sitios de noticias con mayor tráfico del país. Curiosamente, este medio cuenta con una rentable edición en papel de lunes a jueves, que distribuye unos 50.000 ejemplares. Burgueño señala los casos más significativos que han surgido, con mayor y menor éxito, en el panorama de los nuevos medios en nuestro país. Es el caso de Soitu, nacido en 2007, que duró sólo 22 meses; La Información, con la misma vocación de ser el medio digital de referencia, un cruce de contenidos generados por parte de máquinas, periodistas y usuarios; y Cuarto Poder, un híbrido entre red de blogs y medio informativo digital.

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