Después de dos años de polémica y desprestigio, el regreso a la difusión pública de los Globos de Oro en la cadena NBC no podía tener un comienzo más sonado. El conductor era el comediante Jerrod Carmichael que, nada más aparecer en el escenario, saludaba al público con una frase demoledora: “Estoy aquí por ser negro”.
A partir de ahí, la ceremonia no fue tan política como amenazaba, aunque no faltaron menciones y referencias de todo tipo, que culminaron con una intervención en directo del presidente de Ucrania que aprovechó el contexto para concluir que “No habrá una Tercera Guerra Mundial. No es una trilogía”.
Aun así, la gala fue más ágil de lo habitual, especialmente en la primera parte. En los premios del cine había tres grandes favoritas: Almas en pena de Inisherin de Martin McDonagh (8 nominaciones), Todo a la vez en todas partes de Dan Kwan y Daniel Scheinert (6 nominaciones), y Los Fabelman de Steven Spielberg (5 nominaciones). El reparto fue salomónico.
El británico Martin McDonagh (Escondidos en Brujas, Tres anuncios en las afueras), que ya había sido galardonado en el Festival de Venecia, recibió el Globo de Oro a la mejor comedia o musical por la negrísima Almas en pena de Inisherin, que también logró el premio al mejor guion y el de mejor actor para Colin Farrell. El intérprete irlandés aprovechó la subida al escenario para elogiar a Ana de Armas por su trabajo en Blonde, que finalmente no obtendría el Globo de Oro, que acabaría ganado la favorita (y ausente en la gala) Cate Blanchett por TÁR.
Steven Spielberg fue uno de los ganadores del año pasado con 3 Globos de Oro por West Side Story, entre ellos mejor comedia o musical, que pasaron muy desapercibidos en una ceremonia casi clandestina. Este año, los premios al mejor drama y dirección por la semiautobiográfica Los Fabelman parecen acercarle a un duelo vibrante en los Oscar con la película de McDonagh.
Sin premio para Saul, en la fiesta de Disney
En los premios de la televisión, la joven Quinta Brunson vivió una gala inolvidable para una primeriza. Los 3 Globos de Oro para Colegio Abbott (mejor serie de comedia o musical, mejor actriz principal y actor secundario) eran todo un espaldarazo para ella y para Disney+, que además lograba el premio a la mejor actriz principal en serie dramática para Amanda Seyfried por The Dropout: Auge y caída de Elizabeth Holmes, y el de mejor actor en serie cómica o musical para Jeremy Allen White por The Bear.
Por el contrario, Netflix sufría otra importante e injusta derrota ante HBO. La plataforma de mayor producción audiovisual se tenía que contentar con el premio (cantado) para Evan Peters como mejor actor principal en miniserie por Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer), y el quizás excesivo segundo Globo de Oro para Julia Garner por Ozark. HBO se llevaba dos de los premios más codiciados: mejor serie dramática para La casa del Dragón, precuela de Juego de Tronos, y el de mejor miniserie por la segunda temporada de White Lotus. Las redes sociales estallaban ante la sospechosa marginación de la que muchos han considerado la mejor serie del año: el brillante cierre de Better Call Saul de Vince Gilligan en su sexta temporada, que finalmente se quedó sin ningún premio.
PalmarésCine
Series o películas para televisión
|