Expertos de varios países propugnan un sistema de patentes más flexible

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Las leyes de propiedad intelectual constituyen un buen aliado para la innovación, pues permiten a los creadores recuperar las inversiones realizadas. Sin embargo, en los últimos años la tendencia a endurecer las leyes de patentes y «copyright» ha hecho que científicos, inventores y artistas se planteen si esta rigidez más que defender la innovación, la ahoga.

Por este motivo, el pasado octubre una comisión de expertos de varios países publicó una declaración a favor de un sistema de patentes más flexible. Entre los firmantes figuran juristas, escritores, científicos e incluso alguna celebridad como el cantante de pop y ministro de cultura brasileño, Gilberto Gil. La declaración, conocida con el nombre de Adelphi Charter (www.adelphicharter.org), hace un llamamiento a la comunidad internacional para que no proliferen innecesariamente las leyes de propiedad intelectual.

«Lo mejor que tiene la humanidad -dice la declaración- es su capacidad de generar ideas y conocimiento. Es la fuente del arte, la ciencia, la innovación y el desarrollo económico. Sin ella, los individuos y la sociedad se estancan. Esta imaginación creativa debería tener acceso a las ideas, a la educación y a la cultura de los demás, sean o no contemporáneos nuestros. (…) La finalidad de las leyes de propiedad intelectual (como las de «copyright» o las de patentes) debería ser, como lo fue en el pasado, garantizar el acceso de todos al conocimiento y recompensar la innovación».

Como es habitual en las declaraciones de este tipo, el texto se limita a ofrecer principios que puedan servir de guía a los legisladores nacionales. Aunque algunos principios son más bien vagos (por ejemplo, cuando se dice que las leyes de propiedad intelectual «deben estar al servicio de los derechos humanos básicos» o que «deben tener en cuenta las circunstancias sociales y económicas de los países en desarrollo»), otros apuntan hacia una dirección muy concreta.

En este sentido, la declaración dice que es necesario buscar el equilibrio «entre el dominio público y los derechos privados», así como «entre la libre competencia, que es esencial para la vitalidad de una economía, y los derechos de monopolio garantizados por las leyes de propiedad». En algunos casos, además, el texto entra en detalles y propugna que no sean patentables los modelos matemáticos, las teorías científicas, los métodos de enseñanza o las terapias médicas. También propugna el acceso libre a los códigos fuente de «software» y a las revistas científicas.

Para «The Economist» (15-10-2005), la Adelphi Charter está lejos de ser una solución perfecta a los problemas que plantean los derechos de propiedad intelectual, marcados en la actualidad por la tecnología digital y la fiebre de innovar. Pero se encuentra, dice, en la dirección correcta cuando defiende que la solución no está en «crear más derechos». En esta línea se sitúan las licencias CC (Creative Commons), que pretenden hacer más accesible al público los productos culturales (ver Aceprensa 46/05).

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