Mientras realities artificiales como “Gran hermano” han terminado por agotar a la audiencia televisiva, el modelo, inspirado en la novela de Orwell, se reproduce a través de algunos blogs personales en los que los autores cuentan lo que hacen, lo que piensan y lo que sienten cada día, sin necesidad de cámaras y micrófonos. Es el caso de Dooce.com, espacio que Heather B. Armstrong creó en 2001 tan sólo para hablar sobre cultura pop, música y su vida como mujer
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