Estados Unidos
El aumento del coste de producción de las películas norteamericanas, los fracasos de algunos films de factura multimillonaria -como Waterworld o La isla de las cabezas cortadas-, y el hecho de que los grandes beneficios suelen venir de las películas con presupuestos elevados, está llevando a las productoras de Hollywood a unirse para compartir gastos y beneficios. Y, por el contrario, a invertir menos en películas de presupuesto modesto. En el último año el promedio de gasto por film ha aumentado un 15%, porque los actores más preciados ya cobran en torno a 20 millones de dólares por película y los directores piden cada vez más efectos especiales.