“Limitar el derecho del feto a vivir a haber superado 14 semanas carece de justificación”

Fuente: ABC
publicado
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César Nombela, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense, es uno de los signatarios del “Manifiesto de Madrid”, un documento suscrito por más de dos mil científicos, académicos e intelectuales que se remiten a la evidencia científica para dejar claro que la vida empieza en el momento de la fecundación. Un reciente artículo de Nombela para el diario ABC (21-04-2009) insiste en la necesidad de no construir ficciones jurídicas o ideológicas sobre realidades que pueden ser perfectamente iluminadas gracias al aporte de la ciencia.
Nombela, cuyo texto se titula “Cinco días, catorce semanas, nueve meses”, señala que para defender el aborto no puede recurrirse al argumento de que “no es lo mismo un embrión que un feto, ni un feto que un ser humano maduro”, pues esto, que considera “una obviedad”, es tanto como decir que tampoco somos lo mismo, ni física ni psíquicamente, en las diferentes etapas de nuestra vida.

Refiriéndose a los plazos, el experto advierte que “limitar el derecho a vivir a haber superado catorce semanas de desarrollo fetal carece de justificación”, y se pregunta: “¿por qué catorce y no dieciséis?”. Frente a la inevitable arbitrariedad de los plazos, Nombela se remite al hecho de que “el aborto provocado supone dar fin a una vida humana, causando farmacológica o mecánicamente la muerte del feto, además de interrumpir el proceso de comunicación feto-madre”.

¿Qué conclusión ética se puede derivar de esa evidencia? “Los hechos científicos no aportan valoraciones éticas a modo de demostraciones matemáticas, pero la verdad científica debe permanecer como referencia en toda su integridad, cuando en su nombre se efectúan juicios de valor”, señala. “Las evidencias científicas sobre el cambio global o el deterioro de la naturaleza no dictan, como tales, una forma de comportamiento, pero no se pueden negar ni relativizar para justificar o no determinados comportamientos”.

La postura, pues, que se tome frente a los hechos depende en última instancia de la forma en que cada uno asuma las obligaciones con su conciencia: “Muchos se podrán resistir a darle valor a esta etapa [la embrionaria o fetal] del desarrollo humano, justificando una libertad total para acabar con ella. Otros llamamos la atención de la sociedad sobre lo importante que es la defensa de la vida del ser humano en todas sus etapas”. Sobre la posibilidad de encogerse de hombros y pasar de largo ante el debate, Nombela es categórico: “¿Pueden los datos de la Ciencia tomarse como base de una actitud neutral? A mi juicio, la respuesta es no”.

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