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En los hospitales con suficientes enfermeras los pacientes se curan mejor y antes

publicado
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En los hospitales estadounidenses donde hay escasez de enfermeras tituladas, los pacientes tienen más probabilidades de sufrir complicaciones en su enfermedad, pasar hospitalizados más tiempo de lo previsto, o incluso llegar a morir por causas tratables, según un amplio estudio publicado en The New England Journal of Medicine (30-V-2002). El Dr. Jack Needleman, economista de la Harvard School of Public Health de Boston (EE.UU.) y director de la investigación, manifiesta en The New York Times (30-V-2002) que «cientos, o quizá miles, de las muertes anuales que se dan en los hospitales son consecuencia de la falta de personal».

Actualmente, en Estados Unidos, según la American Hospital Association, hay 126.000 puestos de enfermeras sin cubrir, el 12% del total. En los años noventa, a consecuencia de los despidos por fusiones de algunos hospitales, del estrés del trabajo y de la insuficiente subida de salarios, muchas enfermeras abandonaron los hospitales y se dedicaron a otros trabajos. En la última década, el salario medio anual de 46.000 dólares no ha mejorado mucho. Sin embargo, ahora los hospitales están tratando de contratar enfermeras otra vez, pero no es fácil encontrarlas.

Los investigadores han tratado de averiguar si existe una relación entre la evolución de la enfermedad de los pacientes y el número y nivel de estudios de las enfermeras que les atienden. El estudio se basó en los partes de alta de 6 millones de pacientes atendidos en 1997 en 799 hospitales de 11 Estados del país. Los resultados muestran que en los hospitales con suficientes enfermeras tituladas la estancia de los pacientes es de un 3% a un 5% más corta, y el porcentaje de complicaciones que sufren los enfermos de un 2% a un 9% menor que en los hospitales con menos enfermeras. Es la proporción de enfermeras tituladas la que marca la diferencia, pues el personal auxiliar de enfermería no cambia las cosas.

Needleman considera que las enfermeras tituladas son «los ojos y los oídos del hospital». «Si algo va mal, pueden darse cuenta a tiempo, antes de que el problema vaya a peor», dijo. Y añadió que es difícil descubrir los problemas si las enfermeras no tienen tiempo para observar a sus pacientes.

Mary Foley, presidenta de la American Nurses Association, tras conocer el resultado de la investigación, dijo: «Estamos muy satisfechas de que otro amplio estudio haya confirmado lo que la American Nurses Association lleva diciendo desde mediados de los noventa: que cuando tienes el suficiente número de enfermeras, la atención al paciente sale directamente beneficiada».

Carmela Coyle, vicepresidenta de la misma asociación, ha advertido que el problema no se puede resolver solo estableciendo por ley una ratio de enfermeras por pacientes. Otros factores influyen en el resultado: «¿Cuántas de las enfermeras tienen 20 años o más de experiencia, y cuántas acaban de salir de la escuela? ¿Con qué tecnología cuentan?».

Se espera que en Estados Unidos en los próximos veinte años aumente la demanda de cuidados hospitalarios a consecuencia del aumento de ancianos, demanda que será difícil de atender con la actual escasez de enfermeras. Además, faltan enfermeras también en las residencias de ancianos. Un informe encargado por el Congreso y elaborado por el Departamento de Salud revela que en el 90% de las residencias del país, el personal sanitario es insuficiente para prestar a los ancianos los tratamientos que necesitan. El estudio concluye que «actualmente no es viable» que el Gobierno exija a estas residencias una ratio mínima de enfermeras por pacientes, como muchos expertos han señalado, sobre todo por el elevado coste que supondría.

El Estado de California es el primero de Estados Unidos que -ya el pasado enero- se planteó establecer una ratio mínima de enfermeras por pacientes en los hospitales. Actualmente muchos hospitales tienen una proporción de una enfermera por cada seis o más pacientes. Si la medida se aprueba, a partir de julio de 2003, la proporción tendría que reducirse a una enfermera por cada cinco pacientes. Para conseguir esa proporción se calcula que se tendrían que contratar a unas 5.000 enfermeras.

Los hospitales inmediatamente expresaron su desacuerdo. Contratar esas enfermeras adicionales costaría unos 400 millones de dólares, según la estimación hecha por la California Healthcare Association, y además no está garantizado que sea posible encontrarlas. Con lo que algunos hospitales, para cumplir la ley, se verían obligados a cerrar algunos servicios o a reducir significativamente su capacidad.

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