·

El salmón vuelve al Rhin

publicado
DURACIÓN LECTURA: 1min.

El Rhin, el gran eje de la Europa industrial, estaba considerado en la pasada década como «la cloaca de Europa». Su fragilidad ecológica se puso especialmente de manifiesto en 1986 con el accidente de la fábrica de Sandoz en Bâle (Suiza), que envenenó a toneladas de anguilas en unas horas. Pero la naturaleza tiene un formidable poder de recobrarse, si el hombre no se lo impide. Y hoy la mejor prueba del estado de salud del río es que el salmón ha vuelto a desovar al Rhin.

La Comisión Internacional para la protección del Rhin (CIPR), a la que pertenecen los cinco países ribereños (Suiza, Alemania, Francia, Luxemburgo y Holanda), se ha reunido en Coblenza a principios de marzo. Y, según informa Le Monde (13-III-96), se han congratulado porque el antiguo «vertedero» de Europa muestra una recuperación espectacular. El signo más emblemático es que en 1995, nueve salmones y veinticinco truchas de mar han sido capturados al pie de una presa de Iffezheim, cerca de Estrasburgo, a 700 kilómetros de la desembocadura.

La recuperación ha sido más rápida de lo que se esperaba. Después del accidente de Sandoz en 1986, la CIPR había lanzado un plan de acción llamado «Salmón 2000», en el que se proponía descontaminar el río para que al fin del siglo el rey de los peces migradores volviera a desovar al Rhin. De hecho, el objetivo se ha alcanzado varios años antes. Con el necesario empeño y costes, desde luego, pues no era fácil limpiar un río que recibe las aguas usadas de la cuenca del Rhur y los residuos de la química europea.

Ya antes, en 1976, la CIPR había hecho ratificar dos convenciones sobre las sustancias químicas que no debían arrojarse al río y sobre la reducción de cloruros. Actualmente, según las informaciones del diario francés, la polución térmica de las centrales eléctricas se ha arreglado, los residuos indeseables están en constante disminución y la tasa de oxígeno de las aguas en aumento. Sólo los nitratos y algunos pesticidas, debidos en su mayor parte a la agricultura intensiva, son motivo de preocupación.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.