El nivel de los mares no sube tanto

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La elevación del nivel de los mares es una de las consecuencias temidas del calentamiento de la Tierra. La Comisión Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) dice en su último informe que en el siglo XX, los océanos subieron 10-20 cm a causa del ascenso de las temperaturas. Predecir es más difícil, de modo que los cálculos de la IPCC para el siglo XXI resultan en una horquilla muy amplia: entre 9 y 88 cm. Pero, según un estudio publicado en Science (26-X-2001), la incertidumbre no se refiere solo al futuro: ni siquiera se sabe cómo ha variado el nivel de los mares hasta hoy. Lo más cierto es que las estimaciones actuales son exageradas.

Medir el nivel del mar no es tan sencillo como colocar una regla en la orilla. Hay que interpretar y combinar observaciones de distintas fuentes: los talasógrafos en tierra firme, que calculan la altura de las aguas en relación con el continente; los altímetros situados en satélites, y las mediciones de la temperatura del agua. Conviene, además, estudiar la circulación general de los océanos.

Las mediciones más usadas hasta el momento son las procedentes de los talasógrafos: las más inmediatas y las que abarcan un periodo mayor (cien años o más, en algunos casos). Lo malo es que estos observatorios están muy desigualmente repartidos por el planeta y son sensibles a los movimientos del subsuelo, que falsean las medidas. La IPCC tuvo en cuenta las observaciones de 25 talasógrafos situados a una u otra orilla del Atlántico, y los rebajó a la vista de los datos sobre dilatación de las aguas y otros. Aun así, en su cálculo final relativo al siglo XX subsiste la sobreestimación, afirma Christian Le Provost, uno de los autores del estudio aparecido en Science. La realidad, añade este científico, está más bien en el valor inferior de la horquilla.

Le Provost y sus colegas del LEGOS (Laboratorio de Estudios de Geofísica y Oceanografía), en Toulouse (Francia), han comparado las observaciones de los talasógrafos con las de otras dos fuentes principales: el altímetro del satélite franco-norteamericano Topex-Poséidon y la base de datos NOAA, sobre la temperatura de los mil metros superiores de los océanos. Resulta que para 1993-98, los talasógrafos dan una elevación media de 1,6 mm/año, mientras que la dilatación indica mucho menos: 0,5 mm/año.

Es necesario, concluyen los autores del estudio, afinar los sistemas de medida. Con ese fin, el programa GLOSS (Global Sea Level Observing System), iniciado en 1985 por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, de la UNESCO, va a aplicar un método pensado para filtrar los movimientos del zócalo continental que perturban las observaciones de los talasógrafos.

De momento, el proyecto está en fase experimental. Habrán de pasar años hasta que se pueda disponer de datos más precisos sobre el nivel de los mares.

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