Aumentan los embarazos de adolescentes en Inglaterra

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En 2005, se quedaron embarazadas 7.464 menores de 16 años en Inglaterra y Gales. Esto supone un aumento de 283 embarazos respecto de 2004 y una subida del 4% en la tasa de embarazos de adolescentes: la mayor en los últimos diez años. Seis de cada diez embarazos terminaron en aborto.

La ministra de los Niños, los Jóvenes y las Familias, Beverley Hughes, declaró que las autoridades regionales y locales deberían desempeñar mejor su función en este asunto. Un discurso ya conocido y que puede repetir porque algunas regiones, como Gateshead, South Tyneside o Darlington, han conseguido rebajar sus cifras de embarazos gracias a «la calidad de los servicios de apoyo a adolescentes».

La ministra aludió también al aumento de los embarazos en menores de 18 años, que pasó de 39.593 en 2004 a 39.683, pero que en términos relativos supone un descenso del 1% de la tasa. Hughes no explicó que la reducción puede deberse al aumento de población, sobre todo de familias musulmanas entre las que el embarazo de adolescentes es muy poco frecuente. Sintetizó el acontecimiento diciendo que «estamos dando la vuelta a una tendencia histórica» («The Daily Telegraph», 23-02-2007).

Atribuir el aumento de embarazos en adolescentes a la ineficacia de las autoridades locales y manejar unas cifras que pueden ser engañosas le han valido algunas críticas. De entrada, porque el gobierno británico se ha gastado millones de libras en campañas para reducir las cifras, sin éxito. Pero también por el diseño de la Teenage Pregnancy Strategy, un plan para reducir a la mitad el número de embarazos en menores de 18 años, antes de 2010.

Al ritmo actual, del 1% de bajada, haría falta 50 años para conseguir los objetivos, de manera que no están ajustados a las posibilidades reales.

Por otro lado -aquí sí ha cambiado el discurso-, hace unos años el gobierno británico se lamentaba de que los padres no hacían lo suficiente para conseguir rebajar las cifras de embarazos; sin embargo, la Teenage Pregnancy Strategy contempla la posibilidad de practicar un aborto o dispensar píldoras del día siguiente a menores de 16 años sin informar a los padres, a pesar de ser esa la edad legal de consentimiento para mantener relaciones sexuales.

Según la organización Family Education Trust, «la estrategia del gobierno ha fracasado. La educación sexual y la distribución de contraceptivos al margen de los padres puede conducir a la experimentación sexual». En muchos colegios se distribuyen píldoras del día siguiente y condones después de sesiones informativas a niñas de 12 años.

Los datos científicos también cuestionan el plan. El «British Medical Journal» publicó en octubre un informe en el que concluía que facilitar el acceso a la píldora del día siguiente «no tiene efectos apreciables en las tasas de embarazo o aborto». Otro estudio de la Nottingham University Business School afirma que dispensar gratuitamente en las farmacias la píldora del día siguiente no tiene impacto en la tasa de embarazos de adolescentes inglesas.

Un último apunte sobre la Teenage Pregnancy Strategy. En el sitio «RU Thinking About It?», pensado para disuadir a quienes sienten la presión de sus amistades para mantener relaciones sexuales antes de cumplir los 16 años, se puede aprender cómo tener sexo seguro, cómo ponerse un condón, qué hacer en caso de haberse contagiado con alguna enfermedad de transmisión sexual, a qué teléfono llamar «sin que se enteren tus padres», etc.

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