El 29 de enero de 2024, el ejército israelí ordenó evacuar Tel Al Hawa, un barrio de Gaza. Hind Rajab, una niña palestina de 5 años, huía con sus tíos y primos cuando el coche fue atacado. Rodeada de los cadáveres de sus familiares, consiguió contactar con la Media Luna Roja para pedir ayuda. Después de horas de trámites, se consiguió enviar una ambulancia, pero –en el corto trayecto que tenía que recorrer– se perdió el contacto. Doce días después, cuando por fin se pudo llegar a la zona del ataque, se descubrieron los cadáveres de la niña, sus familiares y los dos paramédicos que conducían la ambulancia.
Este trágico suceso, que se convirtió en el símbolo del horror del asedio de Gaza, es la base de la nueva película de la tunecina Kaouther Ben Hania, que ganó el Oscar el año pasado por el documental Las cuatro hijas. Ben Hania parte de las grabaciones reales de Hin Rajab para ficcionar el angustioso intento de rescate. Cualquiera que conozca el hecho real sabe cómo termina la operación, pero eso no impide que el relato sea sobrecogedor: un clímax de 89 minutos que, sin cambiar prácticamente de escenario, somete al espectador a una montaña rusa de emociones: de la compasión a la rabia, la frustración y la impotencia.
Y, al final de ese viaje, lo que queda es la convicción de la sinrazón de la guerra, del dolor que inflige en tantos inocentes y de la absoluta ineficacia –por el desprecio de tantos ejércitos– de las llamadas leyes de la guerra.