Tobias Hürter (Múnich, 1972) es doctor en matemáticas y escribe sobre ciencia, tecnología y filosofía de modo divulgativo, para revistas y periódicos. En Tiempo de incertidumbre, un ensayo realmente inspirador, explica cómo prosperó el conocimiento de la estructura del átomo, así como el de la mecánica cuántica, en una época marcada por dos guerras mundiales, convulsiones sociales y políticas importantes y por prodigiosos avances tecnológicos.
Hürter relata con brillantez los hitos científicos más sobresalientes, y nos acerca a sus descubridores, a la forma en que trabajaban, así como a la colaboración y las disputas entre ellos, que también contribuyeron a sus logros.
El ambiente de la época queda muy bien reflejado en la foto de familia tomada en 1927, durante el Congreso Solvay, y que aparece en la portada de la edición española. Dicho encuentro se celebró en plena batalla sobre la teoría cuántica. Del nivel del congreso y de la talla de quienes participaron en él da prueba el hecho de que 17 de los 29 retratados fueran galardonados con el Nobel. “Nunca ha habido un debate intelectual más profundo”, diría después el escritor y científico C.P. Snow sobre el que allí mantuvieron Niels Bohr y Albert Einstein.
De Bohr, el autor destaca su encanto, pero también su torpeza como conferenciante, a pesar de la profundidad de sus intuiciones y de su extraordinario ingenio para crear “el átomo de Bohr”. Después confesaría a un joven y orgulloso Werner Heisenberg que sabía que su modelo era incorrecto. Con todo, fue Bohr quien abrió los ojos a este último, mostrándole una concepción de la física diferente que le permitió formular el principio de incertidumbre y la teoría de la mecánica cuántica desde otro paradigma. Este fascinante camino que condujo a Heisenberg a ganar el Nobel de Física “por la creación de la mecánica cuántica” estaba bien abonado por la inteligencia y las investigaciones del propio Bohr, de Einstein y de tantos otros –Max Born, Marie Curie, Max Planck, Erwin Schrödinger, Wolfgang Pauli…–, como pone de manifiesto este ensayo.
Ahora bien, el lector debe saber que las disputas que se libraron sobre la manera en que se debían interpretar todas esas teorías siguen todavía hoy sin resolverse. Esas posturas enfrentadas reflejan, explica Hürter, filosofías diversas sumamente relevantes y con consecuencias que pueden ser determinantes a la hora de estudiar y comprender los fenómenos físicos. Por eso, aquella, en efecto, fue una época de incertidumbre, como en gran medida lo sigue siendo la nuestra.