Hay dos largometrajes sobre Capote, el de Bennett Miller (Truman Capote, 2005), que valió el Oscar a Philip Seymour Hoffman, y el de Douglas McGrath (Historia de un crimen, 2006), con Toby Jones como protagonista. Ambos se centran bastante en el proceso de escritura de A sangre fría, la novela que inició el Nuevo Periodismo. El documental de Ebs Burnough, recientemente estrenado en Filmin, se interesa más por el complejo del temperamento de Capote y, sobre todo, por sus círculos sociales.
El guion pone mucho énfasis en mostrar el ascenso y declive de Capote en la alta sociedad neoyorquina de los 60. Así nos acerca a ese exclusivo estrato social que tiene sus palancas de acceso y de salida, y concluye que –a pesar de su popularidad– el escritor no dejó de ser un arribista en ese ambiente: jugó la partida con sus propias cartas, a veces ganó y a veces perdió.
The Capote Tapes es un buen retrato psicológico en formato clásico que ha sacado buen partido al enorme material de entrevistas grabadas por George Plimpton para la biografía del escritor (1997).
